BRASILIA, 2 de agosto.- El Congreso de Brasil abrió hoy una sesión parlamentaria extrardinaria que debe decidir sobre el futuro político del presidente Michel Temer, denunciado penalmente por corrupción y amenazado por un proceso de destitución.
La Cámara baja se reunió poco después de las 9:00 de la mañana (hora local, 12:00 GMT), para dar inicio a la sesión con la lectura de la acusación contra Temer.
La apertura de la sesión fue interrumpida por varios diputados opositores, entre ellos miembros del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y del grupo ecologista Rede, que entraron al hemiciclo con pancartas con el lema “Fora Temer” (“Fuera Temer”), el grito de guerra de los críticos del actual mandatario.
En caso de que el Parlamento vote con una mayoría de dos tercios (342 de 513 diputados) a favor de la denuncia contra Temer, el líder conservador podría ser suspendido de inmediato por 180 días por el Tribunal Supremo y enfrentar un proceso de destitución (impeachment), similar al que sacó el año pasado a Rousseff de la presidencia.
Una derrota para Temer, sin embargo, es considerada como improbable, ya que el mandatario cuenta aún con amplios apoyos en la Cámara.
Muchos diputados de su base parlamentaria, sin embargo, le han vuelto la espalda debido a la gravedad de las acusaciones en su contra.
Debido al tenso clima político entre Gobierno y oposición, se estimaba que la votación final podría extenderse hasta la noche o incluso el jueves.
La fiscalía denunció en junio al mandatario por corrupción, lavado de activos y asociación criminal, en un caso de sobornos vinculado con el grupo J&F, dueño de JBS, el mayor productor de carne del mundo.
El caso está enmarcado en la megacausa Lava Jato (Lavado de autos), que desató una ola de escándalos en torno a casi toda la clase política brasileña hace tres años. La Justicia acusa a decenas de políticos de haber aceptado sobornos de empresas interesadas en hacer negocios con la petrolera estatal Petrobras.
Las acusaciones contra Temer del dueño de JBS, el empresario Joesley Batista, causaron un terremoto político en mayo. Entre otras pruebas, Batista presentó un audio grabado a escondidas de una conversación suya con Temer, en la que el presidente parece avalar el pago de coimas a políticos.(FUENTE: Jornada)
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