El buceo con tiburón toro genera conciencia ambiental y experiencias únicas en Playa del Carmen

PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 08 de diciembre. – El buceo con tiburón toro, una de las actividades más emblemáticas de la temporada invernal en Playa del Carmen, despierta emociones intensas y un profundo sentido de respeto por la vida marina entre quienes la practican. Así lo señaló Keila Endo Kasai, instructora certificada de la escuela de buceo Pepe Nando Divers, quien destacó que esta experiencia transforma la manera en que los visitantes perciben a esta especie.

De acuerdo con la instructora, cada inmersión es distinta y ofrece un contacto directo con la naturaleza que sorprende incluso a buzos experimentados. “Lo más lindo es ver la sonrisa de cada buzo cuando regresa del buceo. Hace unos días, una señora que venía muy ansiosa terminó tan emocionada que me abrazó y rompió en llanto. Compartir esta experiencia con personas de todo el mundo es maravilloso”, relató.

Endo Kasai enfatizó que convivir con un tiburón toro desmitifica lo que suele mostrarse en películas y narrativas sensacionalistas. “Es un animal grande, sí, pero al estar ahí comprendes que no somos parte de su cadena alimenticia. La naturaleza actúa en equilibrio, y es posible convivir de manera segura y respetuosa”, explicó.

También destacó que la emoción que genera el océano es indescriptible para muchos visitantes: “No importa qué problemas traigas, el mar siempre te llena de alegría. Esta actividad te conecta con su mundo y te recuerda lo esencial que es protegerlo”.

La instructora subrayó que el respeto a la naturaleza y el cumplimiento estricto del Manual de Buenas Prácticas son fundamentales para garantizar la seguridad tanto de los buzos como de los tiburones. Gracias a ello —dijo— es posible ofrecer una actividad sostenible que coloca en primer lugar la conservación de la especie.

Por ello, invitó a turistas nacionales y extranjeros a tomar cursos formativos antes de realizar la inmersión, ya que Playa del Carmen tiene la ventaja de contar con un punto de avistamiento muy cercano a la costa. “Si más personas vivieran esta experiencia, se convertirían en defensores del océano. Uno protege lo que conoce”, afirmó.

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