El matador está de fiesta

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de Julio.- La noticia que por mucho tiempo esperó Vinicio Castilla llegó a finales de 1994. Los Rockies de Colorado le informaron sus planes de darle la oportunidad como titular para la temporada de 1995, pero con la condición de mudarse de las paradas cortas, su posición natural, a la de tercera base. El oaxaqueño aceptó el reto y de inmediato incrementó el trabajo físico. Ese movimiento sería clave para que, unos años después, México presumiera a un jonronero entre los mejores de las Grandes Ligas.

Nacido un 4 de julio, Vinny festeja hoy sus 50 años. Atrás quedó la anécdota de la salida del veterano tercera base Charlie Hayes, quien se convirtió en agente libre tras dos campañas con los Rockies, lo que le abrió las puertas para adueñarse de la esquina caliente. Los sacrificios por los que pasó en ligas menores y su búsqueda por consolidarse en el mejor beisbol del mundo, primero con los Bravos de Atlanta, finalmente lo habían premiado.

Ese primer año como titular conectó 32 cuadrangulares y empujó 90 carreras, además de que participó en su primer Juego de Estrellas.

“Vinicio trabajó muy fuerte en lo físico para estar listo para la temporada porque sabía que esa era su gran oportunidad”, recuerda José Luis Camacho, amigo cercano de Castilla y con quien compartió varios momentos en la Gran Carpa.

La amistad de Vinicio y José Luis se remonta a la Serie Mundial de 1992, en la que el oaxaqueño estuvo como jugador reserva de los Bravos de Atlanta, equipo que enfrentó a los Azulejos de Toronto.

Camacho había leído una entrevista en la que Vinny mencionó que su ídolo de la infancia era Houston Jiménez y que por eso le gustaba jugar de shortstop.

“Yo era muy amigo de Houston Jiménez entonces cuando supo que iría a la Serie Mundial me encargó que lo buscara para darle sus saludos. A Vinicio le dio mucho gusto e iniciamos una gran amistad”.

Castilla siempre se mostró generoso sobre todo con los mexicanos y a quienes le gusta ayudar.

“En julio de 1996 me tocó coincidir con él en su cumpleaños. Estábamos en San Francisco y fuimos a un restaurante a celebrar, el capitán de meseros le dio saludos de parte del equipo de cocineros que en su mayoría eran mexicanos, entonces Vinicio fue a saludarlos a la cocina y estuvo conviviendo con ellos porque no podían salir a las mesas por política del lugar.

“Ese tipo de detalles que Vinicio tiene con las personas lo hacen alguien muy especial”

Vinicio también ayudaba a los peloteros de la Liga Mexicana.

“Cada que iba a verlo, me pedía que le avisara con anticipación y entonces juntaba guanteletas  y spikes, principalmente; me los daba para que se los entregara a sus amigos que jugaban en la Liga Mexicana y con el mensaje que se los repartiera a los novatos. Que él recordaba  cuando comenzó su carrera y se enfrentaba a las carencias”.

Los recuerdos vuelan con la velocidad que viajaban cada uno de los 320 toletazos que conectó Vinny y que lo mantienen como el máximo jonronero mexicano.

“En 1998 Vinicio comenzó con buena racha jonronera; era mayo y lideraba las Ligas Mayores, mucho se hablaba de que con ese paso iba en camino a romper el récord y había mucha atención de la prensa.

“En Nueva York le pegó un jonrón a John Franco por el jardín derecho, ¡impresionante el batazo!

“En esa misma temporada en la gira a Houston, estando abajo Rockies por una carrera y con un corredor en base, le pegó jonrón al cerrador de Astros, Billy Wagner, para ganarles el juego. Fue a una recta de 98 millas y en el viejo Astrodome, en donde no había ayuda del viento.

José Luis Camacho guarda un tesoro muy especial de Vincio Castilla.

“En el último juego de la temporada de 2004 y en el cual se coronó campeón de carreras impulsadas, Vinicio me regaló una pelota del partido.

“Vinicio fue grande dentro y fuera del terreno de juego”, asegura  Camacho.

Una trayectoria brillante

Vinicio Castilla inició su carrera profesional en México con los Saraperos de Saltillo como short stop en 1987.

Fue firmado por el buscador de talento de Bravos de Atlanta, Jack Pierce, junto al lanzador Armando Reynoso (1990).

El oaxaqueño debutó en las Grandes Ligas el 1 de septiembre de 1991, pero sólo realizó funciones a la defensiva frente a los Filis de Filadlelfia.

Su primer hit lo dio el 6 de octubre de 1991 ante los Astros de Houston.

El 17 de noviembre de 1992 fue seleccionado por los Rockies de Colorado en el Draft de equipos de expansión.

El primer jonrón en su carrera lo conecta frente a Dan Plesac, de Cachorros, el 27 de abril de 1993 todavía en el Estadio de la Milla, de Denver.

El Coors Field se inauguró el 26 de abril de 1995, el primer partido de esa temporada en la que Vinicio se apoderó de la titularidad como tercera base.

Su primer cuadrangular en el Coors Field lo pega el 9 de mayo de 1995 frente a Trevor Wilson, de los Gigantes de San Francisco.

Su mejor año fue en 1998 cuando pegó 46 jonrones y empujó 144 carreras. Además tuvo dos temporadas de 40 cuadrangulares en 1996 y 1997.

Fue seleccionado a dos Juegos de Estrellas, participó en un Home Run Derby y ganó tres Bats de Plata. Se retiró en 2006 con 320 jonrones, 1,884 hits y 1,105 carreras producidas. (FUENTE: Adrenalina)

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