Estalagmita revela antigüedad de esqueleto prehistórico encontrado en Tulum

TULUM, Quintana Roo, 13 de septiembre.- Un grupo multidisciplinario de científicos logró fechar en al menos 13,000 años una estalagmita que se formó sobre la cadera de un esqueleto humano prehistórico descubierto en el 2012 dentro de una cueva subacuática de Tulum en el estado de Q. Roo, México. Con ello se confirma que los humanos habitaban esta zona durante la Edad del Hielo.

Un equipo de científicos mexicanos y alemanes liderados por el Maestro Arturo González Director del Museo del Desierto en Saltillo, Coahuila quien es también biólogo y arqueó- logo y el Profesor de la Universidad de Heidelberg en Alemania, doctor geólogo y paleontólogo Wolfgang Stinnesbeck junto con un importante equipo multidisciplinario han podido datar este esqueleto basados en una estalagmita que creció encima de la cadera de este humano llamado Chan hol 2 cuando la cueva estaba seca.

“Los huesos humanos fósiles de la Cueva inundada de Chan Hol fueron descubiertos en el año de 2012 y representan a uno de los humanos más antiguos en el continente Americano, y son evidencia de un inesperado poblamiento en el sureste Mexicano”, dice el profesor Stinnesbeck, Científico de la Tierra en la Universidad de Heidelberg (Alemania), los resultados de estos estudios han sido publicados en la revista científica internacional Plos One.

El poblamiento temprano de América es un tema muy controversial. Una hipótesis que lleva mucho tiempo, dice que la primera migración fue a través del Estrecho de Bering, por el puente que se formó entre Siberia y Alaska y sucedió hace unos 12,600 años, en un corredor sin hielo que se formó al retraerse los glaciares en Norteamérica.

Sin embargo, en años recientes, esta teoría ha sido debatida constantemente por nuevos hallazgos en Norte y Sudamérica. “Teníamos indicios de que los humanos llegaron a habitar esta y otras zonas antes de lo que se pensaba” explica González, “sin embargo, las evidencias eran artefactos o restos de herramientas, aparentemente asociados a capas de ocupación humana y se obtenían las edades fechando los sedimentos orgánicos asociados al contexto lo que siempre se presta a discusión. Son muy escasos los huesos humanos descubiertos que tengan más de 10,000 años de antigüedad en todo el continente Americano”.

Desde hace más de 10 años González y su equipo desarrollan en el área el proyecto denominado “Estudio de los Grupos Humanos Precerámicos de la Costa Oriental de Quintana Roo, a través de contextos actualmente inundados”. Al día de hoy se han descubierto siete esqueletos humanos provenientes de cuevas subacuáticas del Yacimiento Tulum, esto significa más del 30% del total de esqueletos humanos con más de 10,000 años de todo el continente americano, los cuales se han analizado, estudiado y publicado en diversos medios científicos, como revistas especializadas congresos y simposios internacionales. Sin embargo debido a que la fracción orgánica (Colágeno) que han conservado estos esqueletos es tan bajo los resultados con la prueba de C14 no habían sido contundentes. Este hallazgo permitió confirmar lo que se sospechaba con los estudios de carbono 14 pero que no se había podido confirmar con certeza y fue gracias a los análisis del Uranio-torio que se pudo confirmar que este grupo humano habito la zona junto con camellos, tigres dientes de sable y elefantes del grupo de los Gonfoterios hace más de 13,000 años.

Durante la última era glacial, periodo que inicio hace 2.5 millones de años y que finalizó hace 10,000 años, los niveles del mar subieron y bajaron en distintas ocasiones y épocas durante los últimos 100,000 años el nivel del mar permaneció a más de 90 metros por debajo del nivel actual. Fue durante esa época que los animales y humanos utilizaron las cuevas para encontrar agua dulce y refugio. En muchos casos murieron dentro de las cuevas y sus restos se conservaron por miles de años. Al final de la era glacial cuando los niveles del mar subieron, las cuevas se inundaron y todos estos huesos se convirtieron en los fósiles del presente.

“Las cuevas contienen información arqueológica, paleontológica y climática que se remonta a las eras antes de la inundación y se encuentra muy bien preservada” comenta el profesor Wolfgang Stinnesbeck. Sin embargo, ha sido difícil determinar la edad exacta de los fósiles y los esqueletos humanos utilizando sistemas convencionales de radiocarbono, debido a que el colágeno en los huesos ha sido completamente lavado por haber permanecido tanto tiempo en el agua.

El profesor Stinnesbeck, y el arqueólogo González así como un amplio equipo de Científicos de Ciencias de la Tierra decidieron utilizar otro método.

Al fechar cada una de las capas de crecimiento de la estalagmita que se desarrolló por encima del hueso de la cadera se pudieron determinar de manera exacta las edades que confirman el momento en que la cueva se inundó (y la estalagmita dejo de crecer) así como el momento en que este humano pudo haber llegado y morir en la Cueva de Chan Hol.

Los análisis de isótopos de uranio-torio, le dan al esqueleto una edad mínima de 11,300 años. Sin embargo, la información climática y de precipitación almacenada en la estalagmita nos demuestra claramente una edad mayor. Esta se puede medir en términos del radio de isótopos de oxígeno y carbono, y se comparó con un archivo del medio ambiente con información de diferentes partes del mundo.

El habitante de la Cueva de Chan Hol tiene por lo menos 13,000 años de antigüedad.

“Sería uno de los sitios con la evidencia humana más antigua de América. Nuestros datos remarcan la gran importancia que tienen estos hallazgos en las cuevas de Tulum para el debate de la colonización temprana del continente”, subrayó el profesor Stinnesbeck.

De acuerdo al grupo de científicos, la enorme urbanización y el gran crecimiento del turismo en la región, amenazan los archivos arqueológicos y paleontológicos que se han conservado en las cuevas de la región.

Después del descubrimiento del esqueleto humano en febrero del 2012, el sitio fue saqueado (Ver notas de prensa en Google sobre “La niña Robada de Tulum”). Un buzo no autorizado sustrajo del sitio el cráneo, la mandíbula y los huesos que pudo reconocer, debió arrancarlos dado que los huesos estaban petrificados y pegados al piso de la cueva. Los científicos conocen el sitio en su situación original únicamente a través de fotos capturadas antes de que el sitio fuera destruido y saqueado.

El hueso que se investiga por este grupo de científicos evitó ser robado, gracias a la protección que le dio la estalagmita que había crecido sobre el hueso de la cadera y esta misma permitió resolver la polémica sobre la antigüedad de los restos descubiertos en el Yacimiento Tulum.

El equipo de espeleobuceo científico liderado por Jerónimo Avilés y Eugenio Acevez del Instituto de la Prehistoria De América junto con Arturo González del Museo del Desierto realizaron 15 inmersiones para recuperar los más de 155 fragmentos de hueso y 20 huesos que el saqueador no logró identificar, incluidos ambos huesos caracolillos correspondientes al oído interno, un yunque o huesecillo auditivo del oído medio, el hioides, 6 piezas dentales compuestas de dos incisivos y 4 molares, carpos y metacarpos, una rotula, tarsos y metatarsos, numerosas fracciones de costillas y la pelvis derecha inmersa en una estalagmita que creció encima, esta última pieza requirió de 5 buceos para lograr su extracción debido a la fragilidad del contexto y a la dureza de la roca que hubo que cortar con extremo cuidado para colectar la estalagmita junto con el hueso embebido en ella.

“El sitio se encuentra a dos kilómetros de distancia de la única entrada y se necesita contar con entrenamiento avanzado en cuevas para preparar una inmersión de esas características, por lo tanto quien se robó los fósiles humanos, sabía lo que estaba haciendo y deliberadamente quería causar daño a este patrimonio y al proyecto que se desarrolla en la zona” comenta Jerónimo Avilés, espeleólogo, investigador y responsable de las actividades subacuáticas del proyecto.

Para llegar al sitio se requiere “el uso de vehículos propulsores, tanques extras y equipo de arqueología y fotografía subacuática es parte de los 100 kg de equipo que cada espeleobuzo necesita para trabajar”. Comento Avilés.

“La colaboración entre los buzos exploradores de cuevas y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es primordial para garantizar que no se repitan casos como el de Chan hol 2 y que la evidencia sea estudiada por expertos sin remover o modificar el contexto arqueológico así esta evidencia puede quedar disponible para la investigación, la educación y la divulgación de la historia regional en Museos de la zona”. Comenta la Delegada del INAH Adriana Velásquez Morlet

Es necesario que se reporten los hallazgos inmediatamente y que no se toque nada para trabajar siempre dentro de un proyecto con asesoría y supervisión de científicos especialistas autorizados. “La remoción de evidencia arqueológica y paleontológica es un delito perseguido por la ley” pero el daño más grave es que se destruye valiosa información que permitiría acercar respuestas a preguntas como:

– ¿Por dónde y cómo llegaron los primeros grupos humanos al Continente Americano?

– ¿Cuándo y por donde llegaron a la Península de Yucatán?

– ¿Cómo eran?

– ¿De qué subsistían?

– ¿Cómo eran los ecosistemas de entonces?

– ¿Qué papel jugaron en la extinción de la Megafauna americana?

Estas solo son algunas de las preguntas que los científicos se hacen para lograr la comprensión de la historia de nuestra especie y su relación con el Clima, la flora y fauna del pasado en América.

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