Fallecimiento del Papa Francisco marca un rumbo de continuidad y reforma para la Iglesia: Obispo de Cancún-Chetumal

CANCÚN.- Ante el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia Católica enfrenta un momento decisivo en su historia reciente, con la responsabilidad de elegir a su sucesor a través del Cónclave de Cardenales. Así lo expresó el Obispo de la Diócesis Cancún–Chetumal, Monseñor Pedro Pablo Elizondo, quien destacó el legado de transformación pastoral e inclusión que deja el pontífice argentino.

El jerarca católico reconoció la profunda huella que el Papa Francisco imprimió en la Iglesia, señalándolo como un reformador que marcó un nuevo rumbo para la fe, con una visión más cercana, empática y sensible a las necesidades de los más vulnerables.

“Esperamos con la luz del Espíritu Santo que el nuevo Papa siga ese rumbo que nos han marcado, porque de alguna manera sí es un gran reformador y un profeta que está marcando cómo debe ser el futuro de la Iglesia: pastoral, evangelizador, empático y sensible a las necesidades y sufrimientos de tanta gente que necesita de Dios y de su Iglesia”, expresó Elizondo.

Añadió que el nuevo Pontífice deberá ser un líder profundamente comprometido con la misión de la Iglesia, capaz de escuchar, acompañar y actuar en defensa de quienes más sufren, además de continuar el legado de apertura y reformas que Francisco inició.

Monseñor Elizondo recordó que incluso hasta su último día, el Santo Padre permaneció activo en su ministerio, dando su última bendición durante la celebración del Domingo de Resurrección, lo que consideró una muestra de su entrega total a su vocación pastoral.

El Cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará 15 días después del fallecimiento del Pontífice, tiempo durante el cual la Sede Vacante será administrada por el Camarlengo. Los cardenales electores se reunirán en la Capilla Sixtina, donde se celebrará una misa especial antes de iniciar las votaciones. Se requerirá una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo Vicario de Cristo.

La comunidad católica mundial, incluido el sureste mexicano, espera con fe y esperanza que el nuevo Papa continúe el camino de renovación espiritual y pastoral iniciado por Francisco.