HOLBOX.- Entre flores de cempasúchil, música y sonrisas, la Escuela Primaria Isla Holbox, ubicada sobre la avenida Tules en la supermanzana 247 del fraccionamiento Villas Otoch 1, se vistió de tradición para celebrar su ya acostumbrado Festival de los Fieles Difuntos, una jornada en la que los alumnos rindieron homenaje a las costumbres mexicanas que dan vida al Día de Muertos.
Desde temprano, el aroma del pan, el incienso y el chocolate llenó los pasillos del plantel. Padres, maestros y alumnos trabajaron en conjunto para levantar altares que representaron a distintos estados del país. Oaxaca, Yucatán, Puebla, Michoacán y Veracruz estuvieron presentes en coloridas ofrendas adornadas con papel picado, veladoras, retratos, frutas y platillos típicos. Cada altar contaba una historia, una memoria que se hacía presente entre flores y rezos.
Los padres de familia colaboraron con entusiasmo, trayendo comidas tradicionales, flores de múltiples colores y objetos que evocaban el cariño hacia quienes partieron. Algunos comenzaron a trazar los caminos de pétalos para guiar a las almas hacia las ofrendas, cumpliendo así con el rito simbólico de dar la bienvenida a los finados.
El ambiente se llenó de música, risas y aplausos cuando los alumnos, desde primero hasta sexto grado, salieron a escena. Disfrazados de catrinas, catrines, mestizas y mestizos, ofrecieron bailes folclóricos que despertaron la emoción del público. Los ritmos del jarabe, la danza del venado y los sones de México hicieron vibrar el corazón de todos los asistentes.
Más allá del espectáculo, el evento tuvo un profundo sentido de comunidad y pertenencia. Los docentes recordaron que esta celebración no solo honra a los muertos, sino que también fortalece la identidad y el amor por las raíces. En cada altar, en cada vela encendida, se reflejó la unión de generaciones y el orgullo por una tradición que sigue viva gracias a la participación de toda la comunidad educativa.
Cuando el sol comenzó a caer, la escuela brillaba con los tonos dorados del cempasúchil. Entre risas, canciones y recuerdos, quedó el eco de una jornada donde el folclor y la memoria se entrelazaron para enseñar a los niños que la muerte no es ausencia, sino la presencia amorosa del recuerdo.
Poema: “Camino de flores”
Camino de flores, sendero de amor,
por donde regresan los sueños del sol.
Vuelven los abuelos, regresan los niños,
trayendo su risa, su eterno cariño.
El viento susurra canciones del alma,
la vela titila, la noche se calma.
Y en cada altar, entre panes y aromas,
florece la vida que nunca se apaga.
Cempasúchil vivo, dorado fulgor,
guía las memorias del pueblo y su voz.
Porque en Holbox hoy danza la historia,
y en cada corazón revive la gloria
de un México eterno, de amor y de honor.
Entre bailes, aplausos y recuerdos,
los alumnos de la escuela primaria Isla Holbox
demostraron que no existe edad para las tradiciones.
Entre sentimientos encontrados y padres orgullosos,
confirmaron que las costumbres y raíces
son el pilar del alma y del crecimiento
de estos pequeños gigantes. 🌺









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