CIUDAD DE MÉXICO, 05 de septiembre. – Greenpeace México realiza, en el marco de la consulta pública, sus comentarios a las Manifestaciones de Impacto Ambiental de los Tramos seis y siete del Tren Maya.
En un comunicado, añadió que estos comentarios pueden ser consultados en su sitio web: tramo seis y tramo siete.
Así, de la mano de expertos, asegura haber revisado “minuciosamente” las Manifestaciones de Impacto Ambiental y encontró que, “una vez más”, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presenta información insuficiente, “falsa y poco precisa” para poder evaluar el efecto real que las obras y actividades del tramo seis y siete provocarán.
Por lo que no es posible evaluar los peligros y daños a las personas, a los sistemas kársticos, a los sitios arqueológicos ni al ecosistema que ocasionará la construcción de dichos tramos; y tampoco estimar las medidas de mitigación o en materia de ingeniería necesarias para reducir los daños que serán ocasionados.
Insistió en que, “nuevamente, el Fonatur contraviene con los ordenamientos territoriales de la zona, pero, además, esta vez la construcción pretende atravesar regiones de suma importancia para la conservación”.
“En el caso del tramo seis, éste se encuentra dentro de las Regiones Marinas Prioritarias (RMP) Tulum-Xpuha, Sian Ka’an, Bahía Chetumal; en las Regiones Hidrológicas Prioritarias (RHP) Cenotes Tulum–Cobá, Sian Ka’an, Humedales y lagunas de la Bahía de Chetumal y Río Hondo, por solo mencionar algunas.
Atraviesa también por zonas de manglar y se debe señalar que estas descripciones no se añaden en la MIA-R y tampoco se indican medidas de mitigación. Además, el tramo seis, aseguró, se localiza a escasos 2.5 km del Área Natural Protegida (ANP) Sian Ka’an.
De tal forma, es muy probable que los efectos negativos del efecto borde 1 lleguen a afectar esta Área Natural Protegida (ANP) que fue inscrita como Sitio de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por su parte, el tramo siete impacta en el área de influencia de la Reserva de la Biosfera de Caribe Mexicano, presenta incidencia directa en la Reserva de la Biosfera de Calakmul.
Asimismo, en el Sitio Patrimonio de la Humanidad Antigua Ciudad Maya de Calakmul, en el ANP de carácter estatal denominada Zona sujeta a Conservación Ecológica Balam-Kú y en numerosas Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación.
En el caso del Sitio Patrimonio de la Humanidad Antigua Ciudad Maya de Calakmul, la Dirección General de Impacto y Regulación Ambiental (DGIRA) no debe autorizar la construcción del tramo siete.
Ello, sin que antes haya realizado la notificación al Comité del Patrimonio Mundial y éste haya intervenido para participar en la búsqueda de soluciones para garantizar la plena conservación del Valor Universal Excepcional del Bien dos.
Sin ello, se corre el riesgo que el Sitio Patrimonio de la Humanidad “Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales Protegidos de Calakmul”, pueda ser integrado a la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y, de manera eventual, pueden conducir a su retiro de la Lista del Patrimonio Mundial, aseguró.
De acuerdo con Greenpeace, es importante mencionar que las áreas protegidas de Calakmul y Balam-kú forman parte de un corredor biológico natural que conecta a los ecosistemas de América central con la Península de Yucatán.
Dado el grado de conservación de este corredor, el movimiento de fauna que ocurre en este tramo es de gran importancia para la dispersión de especies en toda la península, como el jaguar o el tapir centroamericano, señalando al corredor Petén-Calakmul como crítico para la distribución de esta especie en la región.
Dentro de la reserva de Balam-kú se encuentra el Volcán de los Murciélagos especialmente vulnerable a la construcción de la vía férrea.
Esa situación es crítica al considerar que el sitio ya ha tenido problemas de derrumbes tres. En este contexto, existe incertidumbre acerca de los efectos que tendrán sobre su estructura las vibraciones producidas tanto en la etapa de construcción como en la de la operación del tren.
Por lo tanto, la construcción del tren representa un impacto sinérgico cuatro que amenaza la integridad de cerca de tres millones de murciélagos.
“La construcción y funcionamiento del tramo seis y siete del Tren Maya exacerbarán los efectos de barrera cinco, atropellamientos y bloqueo del paso de la fauna y efecto de borde como el ruido, causados actualmente por la carretera 186 en la fauna.
“Tales impactos, junto con las tendencias de cambio de uso del suelo, la línea de transmisión eléctrica y otros elementos que actúan de manera sinérgica, disminuirán la calidad del hábitat en general, y acelerarán la pérdida de biodiversidad en la región.
Esta situación es específicamente crítica para la cueva el Volcán de los Murciélagos y los corredores biológicos” recalcó la campañista de agricultura y cambio climático en Greenpeace México, Viridiana Lázaro.
Aunado a lo anterior, presumió que “existen violaciones a la Ley General de Equilibrio Ecológica y Protección al Ambiente (LGEEPA), en particular al artículo 28, debido a que se han iniciado las obras sin contar con las autorizaciones correspondientes.
Esto fue constatado debido a que directamente en la MIA-R del tramo 6 del Tren Maya se muestran las evidencias del inicio de las actividades y despalme, esto constituye una actividad ilegal.
Otro punto insólito e indignante que debe considerarse inconstitucional es el hecho de que el Fonatur menciona que el tramo siete cuentas con un acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) que indica que el Fonatur, en conjunto con la CONANP, puede elaborar o actualizar Programas de Manejo de las ANP relacionadas al proyecto Tren Maya.
Ello, sin que esto implique alguna limitación a las facultades que la LGEEPA (y su Reglamento en materia de ANP y el Reglamento Interior de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) otorga a la CONANP y, en caso de que resulte necesario, realizar o proponer posibles modificaciones a las ANP en las que se situará el trazo del proyecto (la Reserva de la Biosfera de Calakmul).
El acuerdo menciona que FONATUR en conjunto con la CONANP realizarán las gestiones correspondientes para ejecutar los cambios, en apego al presente reglamento y la LGEEPA.
Así, prosiguió el comunicado, se pretende avanzar en el tramo seis y siete del Tren Maya sin tomar en cuenta la ley, como está pasando con el tramo cinco que les antecede, pasando por encima de los derechos de las mexicanas y mexicanos y poniendo en riesgo uno de los sitios más biodiversos de México.
Greenpeace hace un llamado a dejar de “simular, y proteger la selva Maya”. Las Manifestaciones de Impacto Ambiental deben de ser negadas por poner en riesgo sitios considerados como Patrimonio de la Humanidad, corredores biológicos cruciales para la preservación de especies en peligro de extinción, violar tratados internacionales y derechos humanos.
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