Si pensaban que manejar borracho era la peor idea de alguien, un hombre demostró que para la estupidez no hay límites, pues además de manejar ebrio, el sujeto decidió poner a su perro al volante y lo acusó de manejar borracho.
No es broma. El pasado sábado 13 de mayo autoridades de Estados Unidos detuvieron a un hombre que manejaba en estado de ebriedad. Pero eso no fue todo, pues el sujeto buscó echarle la culpa a su perro y así evitar una multa.
Vía Sopitas.com