Indígenas tzotziles de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal se pronunciaron en la comunidad Nuevo Yibeljoj, municipio Chenalhó, en Chiapas para exigir paz y justicia a las autoridades ante la violencia que se vive en las comunidades de los pueblos originarios a manos del crimen organizado.
El pronunciamiento se dio al término del ayuno y oración de más de seis horas en la comunidad Nuevo Yibeljoj, lugar donde hombres y mujeres indígenas se organizaron para reinstalar un campamento civil por la paz, en apoyo a pobladores que sufren el desplazamiento forzado, quienes huyen de la violencia.
“Quienes queremos paz, justicia y vivir, caminar libres y sin miedo en nuestras comunidades, nos hemos organizado para juntar nuestros corazones y palabras y exigirle a los gobiernos (estatal y federal) que tomen en serio las demandas del pueblo mexicano, que desde cualquier rincón del país exclama: no más guerra, no más muertes”, expresó a medios José Alfredo Jiménez, sobreviviente de la masacre de Acteal, una incursión paramilitar ocurrida el 22 de diciembre de 1997 y que dejó 45 muertos.
En el acto los activistas se mostraron preocupados por el aumento de violencia y el desplazamiento de pobladores que se ha registrado en la región, por lo menos en tres comunidades: La Esperanza, San José del Carmen y San Clemente, que hoy en día se encuentran refugiadas en casas solidarias, en la presidencia municipal y la Casa de la Cultura de Chenalhó.
“Salimos de nuestra casa, ya no tenemos comida, ni un grano de maíz, ni frijol, ni leña, no tenemos nada. Por eso queremos justicia, que lo arregle el Gobierno a ver que hacen con los grupos armados”, dijo, Catarina López, habitante de San Clemente.
Según ONG y activistas, la situación cada día se agrava en las zonas indígenas de los Altos de Chiapas, donde se estima que en menos de un mes se registraron por lo menos 2.000 indígena tzotziles víctimas de desplazamiento forzado huyendo del fuego cruzado entre los grupos criminales que se disputan el territorio de Pantelhó afectando al vecino municipio de Chenalhó.
El último desplazamiento se registró el 4 de agosto en la comunidad San José Del Carmen, también en el municipio de Chenalhó, un poblado conformado por 45 familias, unas 250 personas entre mujeres, niños y niñas que huyeron de sus hogares y se refugiaron en una casa solidaria, sin el apoyo gobierno municipal.
Ante el desplazamiento constante, la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal instalaron un campamento para refugiarse a 10 kilómetros de su lugar de origen, otros más han buscado casas solidarias para evitar perder a un familiar y esperar que la situación se calme.
Este pronunciamiento se suma al llamado de organizaciones sociales que alertan del aumento de la violencia en la zona fronteriza de México-Guatemala, donde se están dando desplazamientos internos de numerosos grupos y el desplazamiento hacia Guatemala, consecuencia del azote de la delincuencia organizada en la zona
Según versiones, el 1 de agosto, sicarios de los carteles en esa zona de Chiapas reclutaron al 50 por ciento de los hombres habitantes de los barrios y comunidades de Ciudad Cuauhtémoc, Paso Hondo, Portal y Nuevo México, de Frontera Comalapa.
Así como del Barrio Potrerillo del municipio de Amatenango de la Frontera, obligándolos a que se concentren en las casetas de las salidas de Frontera Comalapa y Chicomuselo, mientras que a las mujeres de estas poblaciones, que no no son casadas ni tienen hijos, las están obligando a que cocinen para los hombres reclutados.
Con información de López-Dóriga Digital
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