La tragedia que rompió el corazón: médicos y sus bebés perdieron la vida en Cancún

Cancún.-El 16 de septiembre siempre fue una fecha especial para Érika Lizeth González Garza y Francisco Gabriel Simental Ochoa, fue el día en que unieron sus vidas en matrimonio, rodeados de familia, amigos y sueños. Tres años después, esa misma fecha marcaría su despedida final, en una tragedia que ha dejado sin aliento a quienes los conocieron.

Perdieron la vida en el trágico accidente registrado la tarde de ayer en el bulevar Luis Donaldo Colosio, donde una vez más el pavimento mojado, exceso de velocidad e imprudencia provocaron este triste final.

Ambos médicos, jóvenes, apasionados por su vocación y profundamente enamorados de sus hijos, murieron junto a los pequeños Francisco Gabriel, de apenas dos años, y su hermanito de tan solo dos meses, en este aparatoso accidente vial mientras se dirigían al aeropuerto de Cancún, tras asistir a una boda.

El vehículo en el que viajaban fue impactado de frente por el conductor de otra camioneta que cruzó al carril contrario tras perder el control, el golpe fue brutal, en un instante, siete vidas se apagaron; cuatro de ellas pertenecían a una familia que apenas comenzaba a escribir su historia.

Érika Lizeth, originaria de Monterrey, se graduó como Médico Cirujano y Partero en la Universidad Autónoma de Nuevo León en 2019, en su foto de titulación, su sonrisa brillaba como la de alguien que sabe que está cumpliendo un sueño, no solo suyo, sino también de sus padres y abuelos.

“Esto es para mis padres y abuelos… gracias a mis hermanos, tíos, primos y amigos por apoyarme tanto para hoy no poder borrarme la sonrisa”, escribió entonces.

Luego vino la especialidad en Ginecología y Obstetricia, una rama médica dedicada precisamente a dar vida. La ironía es dolorosa, con el triste final que tuvo.

Gabriel, su esposo, también médico, compartía esa pasión por sanar, trabajaba en el Hospital Ángeles Lomas y se especializaba en procedimientos quirúrgicos complejos. En 2023 recibió un título por parte de la Universidad Anáhuac Mayab, y al celebrarlo escribió una frase que hoy resuena con otro significado: “Ustedes son mi éxito más grande en la vida”, refiriéndose a su esposa e hijos.

A través de sus redes sociales, compartían la felicidad simple de una familia joven: visitas a parques, celebraciones navideñas, cumpleaños, logros académicos y profesionales. En marzo de 2023, Érika anunciaba el nacimiento de su primer hijo con palabras llenas de ternura: “No me canso de verte y agradecer a Dios por la llegada de tu papi y ahora la tuya a mi vida, te amamos y te esperamos desde que supimos que venías en camino, Francisco Gabriel”.

Ese mismo pequeño, que apenas aprendía a hablar, falleció junto a su hermanito, quien apenas conocía el mundo desde los brazos de su madre.

El accidente ocurrió sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, en Cancún, cuando el conductor de una camioneta perdió el control y provocó un choque de frente, entre los fallecidos también se encontraban Martha Elena Ochoa y Agustín Simental, padres de Gabriel, así como otro joven de 20 años identificado como Jairo Emmanuel Estrella.

“Dos médicos que dieron su vida por la salud de otros… y hoy mueren en un momento que parecía de celebración. La vida es cruel, pero también nos recuerda cuán valioso es cada instante”, escribió un colega cercano en la publicación de la familia sobre el trágico accidente.

Hoy, Érika, Gabriel, Francisco Gabriel y su hermanito nos dejan un legado silencioso pero poderoso: valorar la vida, celebrar a quienes amamos y no postergar lo importante.

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