La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no ha sido autocomplaciente con la actual situación de salud, social, política y económica de México, ni ahora ni en el pasado, afirmó el rector de la institución, el Dr. Enrique Graue.
En la última sesión del año del Consejo Universitario, Graue Wiechers afirmó que la Máxima Casa de Estudios es un espacio de libertad y que da cabida a todas las voces e ideologías en el país.
“Como un espacio de libertad comprometido con la verdad, la Universidad da cabida a todas las voces e ideologías que han sabido ser críticas ahora y en los distintos momentos de nuestra historia, prueba de ello son las más de 150 publicaciones que la UNAM hiciera sobre política económica de las últimas décadas”, afirmó.
Desde hace seis años se publican anualmente distintos análisis para propiciar un mejor desarrollo de México, donde se reconocen los logros del cambio de rumbo y los pendientes que se tienen que afrontar, destacó el rector.
Indicó que pese a la pandemia de COVID-19, la UNAM educó a distancia a 366 mil 930 estudiantes desde nivel bachillerato hasta posgrado.
Con la convicción de la fuerza de la autonomía y de su capacidad de resistir, la Universidad nunca se detuvo, señaló.
“Los hemos dicho muchas veces. Nunca se detuvo. Ni en los momentos más críticos de estos pasados meses. Ha sido un inmenso esfuerzo de la Universidad”, aseguró.
Destacó que la mayoría de los estudiantes matriculados en la UNAM provienen de núcleos familiares económicamente vulnerables. Agregó que el 70 por ciento de la población de primer ingreso en licenciatura pertenece a familias cuyo ingreso laboral es menor de cuatro salarios mínimos y otro 17 por ciento adicional proviene de familias en donde el ingreso es de 4 a 6 salarios mínimos.
“Podemos afirmar fehacientemente que en su pluralidad ideológica y disciplinar, la UNAM es un motor educativo incontenible para propiciar el cambio y la movilidad social. Yo sí coincido en que tenemos continuar haciendo muchos cambios y actualizar de forma permanente las misiones sustantivas a las que nos debemos”, aseguró Graue.
El rector también destacó que la sesión del Consejo se realizara de forma presencial —con las medidas sanitarias requeridas—, y con el gusto de un retorno gradual y progresivo a nuestra normalidad y quehaceres.
“Se trata de un retorno que se ha venido dando de manera paulatina en todas nuestras instalaciones y sectores y, si bien éste no ha resultado sencillo, sí ha sido un verdadero placer escuchar el entusiasmo de las y los jóvenes por su regreso a las aulas”, dijo.
Graue Wiechers expresó que concluimos este año, difícil para toda la comunidad, con un ánimo de esperanza; confió en que el temor y sufrimiento que nos ha dejado la pandemia queden definitivamente atrás y 2022 sea un año de restauración plena de nuestras actividades.
Enfatizó las enseñanzas obtenidas respecto a cómo cuidar nuestra salud física y mental; saber que podemos transformarnos y crecer con decisión, así como tener la convicción de la fuerza de la autonomía y de nuestra capacidad para resistir.
“Un factor muy importante es que sabemos que en medio de las dificultades podemos permanecer unidos y trabajar sin detenernos. Porque la UNAM nunca se detuvo, ni en los momentos más álgidos, y tampoco ha sido autocomplaciente con la situación sanitaria, social, política y económica de nuestra nación, ni ahora, ni en el pasado inmediato”, remarcó.
Con información de López-Dóriga Digital
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