CIUDAD DE MÉXICO, 7 de abril.-Mientras Cuba vive cambios vertiginosos, un musical inspirado en Carmen, de Georges Bizet, interpretado por artistas de ese país libera en París la electrizante variedad de ritmos de la isla caribeña. Para el estreno mundial de Carmen, la cubana este miércoles en el teatro del Chatelet, 16 bailarines, 13 músicos y un elenco de actores-cantantes de Cuba y Estados Unidos despliegan su arte a la gloria de las tres especialidades cubanas: vivir, amar y bailar. El coreógrafo Roclán González afirmó: Cuba siempre estuvo de moda, porque es una isla bendecida por los dioses, por su energía y posición geográfica. Está ambientada a finales de los años 50 durante el ocaso de la dictadura de Fulgencio Batista y antes de que llegara al poder Fidel Castro. Durante los ensayos el mes pasado, el elenco ya instalado en París grabó un mensaje en YouTube de bienvenida a Cuba para Barack Obama. La ópera romántica de Bizet (1838-1875), basada en un libreto de Prosper Merimé originalmente ambientado en España, ha inspirado miles de variantes, desde el musical afroestadunidense de Oscar Hammerstein II Carmen Jones (1943) y su versión hollywoodense de Otto Preminger a la cinta flamenca de Carlos Saura (1983).
Esta vez el director británico Christopher Renshaw –cuatro premios Tony en 1996 por su King and I y exitoso autor de We will Rock You sobre Queen– viajó a La Habana para inspirarse. En 2014 realizó audiciones con decenas de artistas cubanos, seleccionando a los bailarines, músicos y tres cantantes. El resto del elenco provino de Broadway –principalmente cubanos instalados en Estados Unidos–, donde el británico quiere montar el musical si tiene éxito en París (hasta el 30 de abril) y presentarlo en 2017 en Alemania e Inglaterra. Esta Carmen (Luna Manzanares) también es obrera en una fábrica de puros, pero en el oriente de Cuba, y su enamorado José (Joel Prieto) es un soldado de Batista. El torero en la ópera de Bizet es aquí El Niño (Joaquín García), un boxeador. ¡Si yo te amara, sería tu final!, canta en un lascivo chachachá al atormentado soldado cubano la irresistible Carmen Jones, hija de un militar estadunidense y una prostituta.
Una mujer dispuesta a todo
Para Renshaw, más que una feminista o una mujer fatal, Carmen es simplemente una mujer que desea hacer lo que quiere, y está dispuesta a todo para lograrlo. Significativamente, su muerte coincide con la llegada de la revolución. La orquestación y arreglos musicales de Alex Lecamoire, neoyorquino de padres cubanos, adaptan los principales cuadros de la obra original a la música cubana, de la que el musical termina siendo una especie de enciclopedia. Me fascinaba tratar de transformar la idea (de Carmen) a un ambiente latino y arreglar la música con mambo, salsa y chachachá, explicó Renshaw. También está presente la santería, a través del personaje de una anciana que reaparece varias veces como un elemento del destino que hace eco al de la fatalidad gitana en la obra de Bizet. El director británico explicó que sintió la necesidad imperiosa de realizar el musical porque la cultura cubana quedó conservada en el tiempo, es una de las mejor preservadas, desde la revolución, ya que no fue destruida por la globalización.(FUENTE: La Jornada)
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