Madres activistas piden justicia por la Alienación Parental

PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo, 31 de Julio.- Trabaja la asociación civil Apoyo a Familias con Alienación Parental (AFAP) para lograr que en Quintana Roo  como en todo el país, se legisle y se pueda sancionar penalmente a quien incurra en la sustracción de menores indicó Isela González Avalos, fundadora del colectivo.

La entrevistada señaló que actualmente no hay una ley que defienda a las víctimas de esta problemática y que castigue penalmente a los padres o madres que separan a sus hijos de su contraparte, al respecto señaló lo siguiente:

“Se sustrae cada día cientos de niños, alguno regresan pronto a su casa otros tantos no, esto no es exclusivo de Quintana Roo o de Mérida Yucatán es a nivel nacional en donde la justicia no sirve, son sistemas misóginos en donde re victimizan a las madres, no hay leyes que defiendan este mal, son varios estados donde legalizaron la alineación parental está tipificada en los artículos civiles peor nos faltan muchos estados para que reconozcan esta situación, para que legislen y se castigue penalmente”.

La activista relató que su ex pareja le quitó a su hijo en octubre del año 2011 y fue hasta enero de este 2017, cinco años después cuando volvió a ver a su hijo, en una audiencia y solo por 10 minutos.

Señaló que aunque en México en varios estados se ha legalizado la Alienación Parental y está tipificada en los artículos civiles, falta que muchos otros estados reconozcan esta problemática y legislen en contra de ésta penalmente.

Víctor Hugo Vargas.

SEÑALES DEL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

¿Cómo actúan los padres alienadores? Estos son los comportamientos característicos de los padres que llevan a cabo el SAP:

  • Menospreciar, insultar o desvalorizar al otro progenitor delante del niño, mencionando temas de la pareja que no tienen que ver con el vínculo parental.
  • Contarle a un hijo los detalles del divorcio cuando el ex-cónyuge no está presente, pero como si este último fuese el culpable. El progenitor lo que busca es que el niño piense que el otro progenitor es la víctima y que, de esta manera, no empatice con él.
  • No permitir el derecho de convivencia del hijo con el otro progenitor.
  • Influir en los niños con mentiras sobre el otro llegando a asustarlos.
  • Incluir al entorno familiar y a los amigos en los ataques al otro progenitor.
  • Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.
  • Gratificar y reforzar los comportamientos despectivos y de rechazo por parte del niño hacia el otro progenitor.

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