La primera víctima del dogma es la verdad.
Florestán
El asesinato, el lunes por la tarde, de los jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales en su iglesia de Cerocahui, en la sierra de Chihuahua, viene a documentar las deficiencias de su política contra la violencia y la inseguridad.
Este doble homicidio, el modus operandi de los asesinos, la respuesta del gobierno de Chihuahua, la de la secretaría de Seguridad Pública federal y la del mismo presidente López Obrador retratan la realidad de lo que hoy vivimos. La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, dijo que eran víctimas circunstanciales; la Secretaría de Seguridad federal habló de que habían perdido la vida, y el presidente López Obrador de que, al parecer, los dos sacerdotes fueron también asesinados y no pudo ubicar el doble crimen en Cerocahui.
Es decir, no tenía el reporte detallado de los hechos de la tarde anterior; al parecer, dijo, fueron asesinados dos sacerdotes en Urique, cuando fue en Cerocahui, una de sus comunidades. Y no se trata de que tenga toda la información exacta, sino de que en la reunión de seguridad, que tanto invoca, le informen con puntualidad de hechos y víctimas, lo que no sucedió ayer, según sus declaraciones. En lo que va de su gobierno se han rebasado los 124 mil homicidios dolosos y la cifra sigue al alza sin que intente cambiar, más que su estrategia, su frase de los abrazos y no balazos. En lo que va de su gobierno se han superado todos los niveles de homicidios dolosos de que haya registro.
A ver qué dice hoy el papa Francisco, también jesuita, del asesinato de sus hermanos en Cristo. Será implacable, y a ver qué le responde López Obrador. En México no mataban, en otras condiciones, claro, a un jesuita desde el padre Pro en 1927.
Solo para dimensionar, no para relacionar.
RETALES
1. PRUEBA. Una confirmación de la crisis de la estrategia de este gobierno contra la violencia la dio ayer el propio Presidente al designar a la priista, ex candidata derrotada de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, como titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de lo que no tiene ni idea;
2. DISTANCIA. En medio de la crisis, dos de los precandidatos, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, solo ven por lo suyo. Ella por su guitarra y el próximo concierto en el Zócalo, y él por su whats op y su campaña. Ninguno por la inseguridad, la violencia, la carestía ni la pandemia, a menos que sean sus contagios. Una distancia total; y
3. REPROBADOS. Después de catorce meses de haber sido degradados de categoría uno a dos por las deficiencias de la autoridad aeronáutica, de la que, dijeron, íbamos a recuperar en cinco meses, seguimos reprobados, lo que retrata la ineficiencia del gobierno de la 4T, además del desastre que es la operación en el aeropuerto de la Ciudad de México.
Nos vemos mañana, pero en privado.
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