CHETUMAL, Quintana Roo, 28 de abril. – Al menos 20 organizaciones ejidales, civiles y empresariales de la zona sur del Estado rechazaron la iniciativa de nombrar la Laguna de Bacalar como Área Natural Protegida.
“Nuestra propuesta”, asentó el presidente del CCE, Eloy Quintal Jiménez “es muy clara: pugnaremos por un modelo de desarrollo turístico diversificado, exclusivo, acorde con la naturaleza y soportado por estudios de impacto ambiental realizados por profesionales locales. Desde este momento llamamos a los candidatos a presidentes municipal de Bacalar y Othón P Blanco a que se comprometan a una agenda de acciones conjuntas en el ordenamiento territorial y ambiental.”
Con la presencia de los dirigentes y representantes de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur de Quintana Roo, de la Canaco Chetumal-Tulum, CMIC Quintana Roo, Coparmex Bacalar, Náuticos de Bacalar, Asociación de Hoteles de Bacalar, así como comisariados de los ejidos de Bacalar, Buenavista, Aaron Merino Fernández, Pedro Antonio Santos, Juan Sarabia, Santa Elena, Calderitas, Laguna Guerrero, Ursulo Galván, La Península y Tollocan, el posicionamiento de los asistentes fue a favor de un desarrollo sustentable y el rechazo, nuevamente, como hace cuatro años, a cualquier figura de Área Natural Protegida, en cualquiera de sus modalidades dentro de la cuenca de la laguna de Bacalar.
El Presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Chetumal, señaló que la Laguna de Bacalar “ya está recuperando sus colores, en contra de las previsiones fatalistas de los promotores del ANP quienes durante los meses recientes inundaron las redes sociales con mensajes y fotografías alarmistas, lo que impactó negativamente al destino turístico.
“La ocupación hotelera en Bacalar y, por consiguiente, en Chetumal, fue severamente afectada por los señalamientos de estos grupos”, puntualizó Bertha Medina N de Cáceres, presidente de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur de Quintana Roo.
Roberto Salgado, vocero del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar reiteró que los sedimentos que llegaron a la laguna en fechas recientes afectando sus colores “provienen de la cuenca alta, desde las montañas de Campeche, por lo que es evidente que lo que se requiere es normar las actividades agropecuarias, promover y apoyar la adopción de un modelo de producción mas sustentable en el medio rural e impulsar un programa de reforestación que sirva como una línea verde que detenga los escurrimientos en tiempos de lluvias intensas, como las que se registraron el año pasado.”
Eloy Quintal Jiménez dijo que los grupos ambientalistas “están satanizando el desarrollo turístico, afectando la inversión y el empleo. Nosotros, los empresarios, somos los primeros en pugnar un desarrollo que respete la naturaleza, que es la vocación de la zona sur del Estado.”
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