Revelan colapso de invernaderos sociales en La Presumida tras conflictos ejidales y saqueos

JOSÉ MARÍA MORELOS, 09 de diciembre. – Durante más de una década, los cuatro invernaderos sociales de La Presumida funcionaron como el motor económico y principal fuente de ingresos para decenas de familias, al producir cosechas de tomate saladet y chile habanero de alta calidad según la temporada. Lo que alguna vez fue un proyecto comunitario próspero terminó desmantelado y vendido como chatarra, tras enfrentar insolvencia, conflictos internos por la disputa de tierra ejidal y abusos de pseudoempresarios.

Lilia Balam Xool, quien presidió uno de los invernaderos, el “Sánsamal Meyaj”, relató que el proyecto comenzó a complicarse gradualmente hasta llegar a su colapso total. Explicó que el conflicto con el ejido escaló a un punto insostenible, pues se les prohibía el acceso a los terrenos aun cuando tenían cultivos en proceso. Al mismo tiempo, inversionistas con los que habían establecido alianzas terminaron apropiándose de equipamiento antes de retirarse.

“Ellos deciden cobrarnos una renta y lo empezamos a pagar, pero cuando había algún problema nos cerraban los invernaderos. Teníamos cultivo y nos lo cerraban; así íbamos a perderlo. Llegó el momento en que ya no se podía trabajar”, narró Balam Xool.

La crisis derivó en el desmantelamiento total de los invernaderos. Según la expresidenta, al retirarse el arrendador, se llevaron bombas, tinacos, mangueras y otros equipos esenciales. “Nos roba bomba, nos roba Rotoplas, nos roba mangueras; todo se lleva, y quedamos sin nada. Ya el ejido nos lo había quitado”, lamentó, confirmando que la infraestructura terminó vendida como simple chatarra.

La experiencia de los invernaderos de La Presumida evidencia la fragilidad de los proyectos productivos asentados en tierras ejidales. Balam Xool advirtió que trabajar bajo esta figura no garantiza estabilidad, pues quienes emprenden y logran avances suelen enfrentar presiones o intentos de apropiación por parte de otros comuneros, generando un clima de incertidumbre que impide la consolidación de iniciativas de desarrollo rural.