CANCÚN, Quintana Roo, 10 de septiembre. – A pesar de ser una especie estigmatizada, los tlacuaches cumplen un rol fundamental en el entorno natural al controlar plagas y contribuir a la regeneración de ecosistemas, afirmó Eugenia Pobete, cofundadora del Santuario Tlacuatitlán.
La activista explicó que estos marsupiales se alimentan de insectos, cucarachas, alacranes, garrapatas e incluso pequeñas culebras, lo que los convierte en controladores naturales de plagas que afectan la salud humana.
“También dispersan semillas al consumir frutas, lo que los hace jardineros naturales que ayudan a regenerar la vegetación”, destacó Pobete.
Pese a su aporte ambiental, muchos ejemplares llegan al santuario en condiciones críticas, debido a la falta de empatía de la población. Pobete detalló que los animales son golpeados con piedras, quemados, atacados con machetes o sometidos a actos de tortura por prejuicios y mitos infundados.
La activista subrayó que la violencia contra los tlacuaches refleja actitudes agresivas hacia otros seres vivos, incluidos los humanos. “Justificar la violencia contra ellos es normalizar un comportamiento que tarde o temprano nos afectará a todos”, advirtió.
Asimismo, enfatizó que la desaparición de esta especie tendría repercusiones en la salud pública y en el equilibrio de los ecosistemas, al perder un aliado clave en el control de plagas y la regeneración ambiental.

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