CIUDAD DE MÉXICO, 30 de marzo.-Un nuevo estudio científico encontró que los manglares pequeños que crecen a lo largo del desierto de Baja California almacenan bajo tierra casi 30% del dióxido de carbono de la región, que son gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Los investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, estimaron que los manglares desérticos, que sólo representan 1% del área terrestre del noroeste de México, atrapan hasta cinco veces más carbono que sus exuberantes parientes tropicales.
“Los manglares representan una delgada capa entre el océano y la tierra y, sin embargo, vemos un ecosistema que está almacenando mucho carbono en un área muy pequeña”, explicó Paula Ezcurra, autora principal del estudio. La investigación publicada en la más reciente edición de la revista Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias, de Estados Unidos, es el primero en estimar el carbono acumulado en la capa sedimentaria del manglar.
Los científicos de Scripps colectaron muestras de sedimento bajo las raíces de los manglares en dos lagunas desérticas: Bahía Magdalena y Balandra, y dos frondosas lagunas tropicales: Marismas Nacionales y La Encrucijada, y calcularon el carbono almacenado en los cuatro sitios. Los resultados demuestran la existencia de una capa de dos mil años de raíces sin descomponer, o turba, de hasta cuatro metros de profundidad bajo los manglares desérticos, que se comporta como una esponja para el carbono atmosférico almacenado, y aporta datos históricos del aumento del nivel del mar en la región.
Los investigadores descubrieron que los manglares desérticos crecen sobre sus propios restos de raíces, por miles de años, para compensar el aumento del nivel del mar, acumulando una capa gruesa de turba. Por el contrario, los manglares en terrenos inundables planos que subsisten en condiciones cálidas, salinas y lodosas, acumulan una capa de turba más delgada, debido a que con el tiempo migraron conforme el nivel del mar aumentaba y los ríos desplazaban la línea de la costa. “Los resultados demuestran cómo estos ecosistemas han estado adaptándose al cambio climático y al aumento del nivel del mar por miles de años”, explicó Octavio Aburto-Oropeza, profesor asistente en el Centro para la Biodiversidad Marina y Conservación de Scripps. La eliminación de mangles da como resultado la liberación inmediata de miles de años de carbono almacenado que retornan a la atmósfera.(FUENTE: El excelsior)
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