A sus 62 años, Mónica limpia las calles de Cozumel y vive del reciclaje para sostenerse con dignidad

COZUMEL, Quintana Roo, 18 de noviembre. – El amor por la isla, el deseo de mantenerse activa y la necesidad económica impulsaron a Mónica Ortiz Gutiérrez, de 62 años y originaria de Veracruz, a encontrar una oportunidad donde muchos solo ven basura: el reciclaje. Para ella, recolectar cartón, plástico y materiales reutilizables no solo representa un ingreso, sino una forma de contribuir al cuidado del lugar que hoy llama su hogar.

Mientras doblaba cartones para vender, Mónica explicó que su misión es simple: mantener limpia la isla. “Lo hago porque la isla lo necesita… hay que tenerla limpia”, señaló.

“Esto no da vergüenza. Lo puede hacer cualquiera. La isla necesita gente que limpie, y es mejor trabajar que pedir o hacer cosas malas”.

Mónica asegura que muchas personas no se atreven por vergüenza o flojera, pero el trabajo —aunque no es fácil— tiene sus recompensas. Caminar, saludar a vecinos y ejercitarse forma parte de una rutina que ha adoptado como una jornada laboral: entre 3 y 4 horas diarias recolectando sobre las calles, cargando su bolsa de reciclables y manteniendo contacto con la comunidad.

A sus 62 años vive sola; sus hijas ya se independizaron y hoy su responsabilidad es cuidarse y ser feliz. Gracias a lo que recolecta y vende puede sostenerse, mientras aporta al medioambiente limpiando las calles de Cozumel.

“Esto me mantiene viva. Hago ejercicio, conozco gente, cuido el medioambiente… y gano lo que necesito. La isla es mi paraíso”, expresó Mónica con una sonrisa.

Su labor silenciosa refleja que la dignidad también puede encontrarse en el trabajo sencillo, y que la limpieza de un destino turístico depende, muchas veces, de quienes convierten el esfuerzo en una forma de vida.

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