CANCÚN, Quintana Roo, 17 de febrero. – El colombiano es un mercado importante para el Caribe Mexicano al grado de que se convirtió en el segundo mayor generador de visitantes y por eso se buscará ratificar la consolidación en la Anato-2022, aunque se encontrará mayor competencia con los demás destinos de la región entre ellos República Dominicana.
De acuerdo con Darío Flota Ocampo, director del consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, el año pasado con 221 mil visitantes colombianos, quedaron cerca de alcanzar la cifra obtenida en 2019 de 208 mil.
“Colombia reaccionó muy rápido, fue de los que mejor respondió a la pandemia a pesar de no tener todas las conexiones que se comienzan a dar ahora a través de Vivaaerobus, Avianca, Copa Airlines y Aeroméxico”, señaló.
Entrevistado por Radio Fórmula, expresó que la edición de este año de la Anato-2022, programada del 23 al 25 próximos, es esperada, luego de que el año pasado no acudieron de manera presencial pues estaban altos los índices de contagio en ese país, pero ahora van con todo en busca de concretar acuerdos con aerolíneas y mayoristas tour operadores.
Flota Ocampo indicó que están recibiendo algunas inconformidades de tours operadores por la falta de una política clara de México para permitir la entrada de visitantes colombianos.
“La principal queja es por qué a unos se les permite la entrada y a otros no a pesar de cumplir con todos los requisitos. Vamos a insistir ante las autoridades federales. El problema se acabaría con implementar de nuevo una visa”, agregó.
También mencionó que hay inconformidades de turistas europeos y estadounidenses en cuanto a números de días de autorización para su estadía en el país.
En el caso del europeo, dijo que su estancia promedio es de dos a tres semanas, pero le ponen de siete a 10 días de autorización, lo cual les hace infringir la ley, pues cuando se van se ve que ya había vencido su permanencia, cuando la norma indica que todo visitante que acredite correctamente puede estar hasta seis meses.
Del “spring break”, manifestó que es un mercado que causa polémica, aunque recordó que llegó a ser una tabla de salvación al destino hace ya muchos años, tras el paso del huracán “Gilberto”. Luego resultó un gran negocio para hoteles restaurantes y discotecas, pero aun en su momento de máximo esplendor no significó más allá del cinco por ciento de visitantes al Caribe Mexicano.
“Algunos consideran que el spring break afecta el estigma de lujo, descanso y confort del Caribe Mexicano, lo cierto es que es un segmento muy particular, que como cualquier otro deja una derrama económica”, añadió.
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