Maestro de primaria donó 969 piezas arqueológicas al INAH

La historia empieza así, un maestro de primaria de Zihuatanejo, en el estado de Guerrero coleccionó durante su vida más de 900 piezas arqueológicas, todas ellas pertenecientes a la zona de Soledad de Maciel-Xihuacan, ubicada en la Costa Grande de Guerrero.

Tras la muerte del profesor, su hija se encargó de devolverlas en una donación al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y al mismo sitio arqueológico mediante la Secretaría de Cultura.

Hablamos del maestro Ignacio Mora que durante su vida se dedicó a coleccionar figurillas, vasijas, malacates y otros muchos vestigios de la época prehispánica que encontró entre Petatlán y Zihuatanejo

Además de tener un buen ojo para buscar, los vecinos de la zona le entregaban los pedazos de roca que se encontraba en el camino. fue así como formó su colección durante los años 50 y 60 hasta juntar un acervo de 969 piezas.

La colección vuelve a su lugar de origen

La hija del maestro, Guadalupe Mora Luviano devolvió la colección entera a los encargados de la zona arqueológica. Con esto, las piezas volverán a su lugar de origen para ser preservadas en el museo del lugar. La gran colección incluye piezas valiosas y se darán a conocer próximamente al público mediante exposiciones temporales.

El encargado del Proyecto Especial Soledad de Maciel, Rodolfo Lobato Rodríguez, destacó que los hallazgos abarcan tres mil años de historia de lo que fue el centro ceremonial más importante de la planicie costera, con objetos que vienen desde el periodo Preclásico Medio (1200 a.C.) hasta el Posclásico Temprano (1350 d.C.), época en que la zona sufrió de una gran inundación.

Una gran colección arqueológica

Lobato también destacó que la gran cantidad de objetos posiblemente proviene de las grandes ofrendas que se realizaban en el centro ceremonial.

Entre el acervo que logró coleccionar el maestro de primaria, se encuentran 41 vasijas en miniatura dedicadas a las divinidades del agua, además de cuencos, orejeras, silbatos, cuentas de barro y piedra verde.

El conjunto también tiene varias esculturas antropomórficas, utensilios para hilar, vasijas completas, contrapesos de barro y placas de molde que representan una deidad dual. Guadalupe Mora, que también es maestra, tuvo la idea de devolver las piezas tras la falta de su padre y al pensar que el INAH podrá encargarse de ellas y darles los cuidados correspondientes.

La zona arqueológica de Soledad de Maciel-Xihuacan

El sitio arqueológico de Soledad de Maciel está ubicado muy cerca de Zihuatanejo. Lo ocuparon tres diferentes culturas —Tomiles, Cuitatecos y Tepoztecas— que tuvieron contacto con otras como la Olmeca o la Teotihuacana. 

En esta zona arqueológica se encontró el asta del Rey de la Chole, que era un personaje importante de la época, así como los aros pertenecientes a una cancha de juego de pelota que podría ser la más grande de mesoamérica, con 160 metros de longitud y 29 metros de ancho. También hay un ídolo de metro y medio de altura que puede ser de origen olmeca.

En el lugar hay una gran base piramidal, una colina con petroglifos y una supuesta piedra de sacrificio, además de algunos montículos. La zona está cerca de la ciudad de Cihuatlán, que fue un centro importante del estado de Guerrero entre los años 200 y 800 d.C. Su museo de sitio se construyó entre 2007 y 2010.

Acervo arqueológico guerrerense

La gran colección de este maestro de primaria de Guerrero va a ser preservada por los encargados correspondientes. No dudamos que ese fuera su deseo, pues tras su muerte, todos los objetos quedarían abandonados. Ahora serán admirados por la gente, así como estudiados por los arqueólogos para descifrar el pasado prehispánico del estado de Guerrero.

Vía Sopitas.com