Maratón, una fiesta emocionante
CANCÚN, Quintana Roo, 11 de diciembre, Ángel Villegas.- La emoción invade a todos los presentes, atletas, organizadores, invitados, prensa, etc., en la avenida Bonampak. Pocas ceremonias protocolarias tan emotivas como la del sábado, previo a la celebración del XXXII edición del Maratón Internacional de Cancún.
Los competidores, debidamente alineados, como si fueran ‘estrellas’ que deslumbran en el firmamento, escuchan concentrados el himno nacional mexicano, mientras que una atleta, orgullosa portadora del lábaro patrio, frente a ellos, hace más especial el momento. Sin duda, una escena que pone la piel ‘chinita’, ante esa gran descarga tan conmovedora.
Algunos, por más que se resisten a derramar una que otra lagrimita, terminan por doblegarse ante la situación. Otros, lucen ojos enrojecidos, pero firmes, se aguantan. Los colores verde, blanco y rojo ondean en todo su esplendor, nos hace sentir más mexicanos.
Cancún, un lugar tan paradisiaco y hermoso, con una tradición e historia a cuestas por tratarse de la sede que alberga la segunda justa atlética más longeva del país, se paraliza. Las vías alternas a la emblemática Bonampak, están congestionadas, por el cierre de calles.
Pero hay más. Un video motivacional, con la leyenda ‘tú ya eres un ganador’, desplegado en el arco digital con duración de un minuto, antes de la salida, también termina por motivar a los participantes, a darlo todo, a ir en busca de la gloria. ‘Arrancamos’, ahora se puede apreciar en la pizarra electrónica, con una bandera a cuadros de fondo, mientras que una impresionante ‘estampida’, en medio de una lluvia de papeles, marca el comienzo del certamen.
Un auténtico ambientazo, aderezado por el mariachi ‘Los Gavilanes’ de Quintana Roo y música de rock que contagia por su dosis de nostalgia.
Atletas de todo el planeta, congregados en el principal destino turístico de México, participan en tres categorías, 5, 21 y 42 kilómetros, con el deseo, principalmente, de divertirse y vivir una experiencia inolvidable, gracias al deporte y al esfuerzo de mucha gente, entre hoteleros, empresarios, dirigentes, staff del Instituto Municipal del Deporte de Benito Juárez (IMD) y voluntarios, sin olvidar a un visionario personaje, quien le ha dado un giro radical al evento, desde que se incorporó a la organización, hace tres años. Su nombre: Marco Martos.
“Ha sido un éxito. Tuvimos detalles increíbles, que gustaron mucho, como por ejemplo, el tema de la playera en color negra. De hecho, al final, les entregamos la blanca. El video motivacional de un minuto, previo a la salida, también les gustó, y que más impacto les ha causado. Lo de la bandera, igualmente, muy emotivo”, reconoció el propio Martos.
Tampoco podía pasar por desapercibida la labor de Gabriel Aguiñaga, todo un experto en la organización de esta clase de certámenes.
“Al final, puede haber muchas luces, pantallas y música, pero si el tema de la ruta y la hidratación no está bien, se cae todo, y en ese aspecto, Gabriel Aguiñaga hizo un increíble trabajo, al supervisar esos detalles. La gente está súper contenta”, apuntó.
Van por más atletas elites
Y va por más, siempre con la idea de elevar el nivel del Maratón Internacional de Cancún. “En enero, ya comenzamos con el diseño de la edición de 2017, y en febrero, abrimos inscripciones ¿Cómo mejorar esto? Algo que no hemos hecho: traer realmente a más atletas elites, disponer de un dinero para poder hacerlo. Ese es el primer paso para seguir mejorando.
“Llevamos tres años de constancia. El primero, dijeron ‘bueno, suerte’, el segundo, ‘casualidad’, pero ya en este tercero, es como el de la confirmación, de que las cosas han cambiado”, señaló Marco.
La cereza en el pastel
La competencia ya estaba por llegar a su fin. Faltaban algunos por arribar a la meta, entre ellos, una pareja, quienes ‘robaron cámara’ cuando él, hincado, muy al estilo de ‘Romeo y Julieta’, le pidió matrimonio a su novia, tras entregarle el anillo. Los presentes, al percatarse, de inmediato les brindaron una sonora carretada de aplausos, al tiempo que les gritaron ‘¡beso, beso!’, y éstos sin dudarlo, los complacieron. Más que una competencia, el Maratón Internacional de Cancún, fue una fiesta inolvidable.
