Terapia genética, segura contra la enfermedad del niño burbuja

WASHINGTON, EE.UU, 21 de abril.-Una nueva terapia genética puede tratar de forma segura a los niños y adultos jóvenes afectados con un severo desorden de inmunodeficiencia hereditaria conocido como enfermedad del niño burbuja, reveló este miércoles un estudio de Estados Unidos. Hasta ahora, la terapia genética sólo había tenido éxito en menores con la deficiencia de inmunidad combinada severa vinculada al cromosoma X (SCID-X1), pero una pequeña prueba clínica mostró que el nuevo tratamiento restauró la función inmunológica normal en algunos niños más grandes y adultos jóvenes durante al menos dos o tres años.

La SCID-X1 involucra una mutación en el gen IL2RG que afecta a los hombres y ocurre en uno de cada 50 mil a 100 mil nacimientos. Los afectados pierden la protección inmunológica. El nuevo estudio, publicado en la revista estadounidense Science Translational Medicine, utilizó un lentivirus re diseñado como vector para llevar una copia correcta del gen mutante a las células madres productoras de sangre de los pacientes.

El tratamiento, desarrollado por investigadores del Hospital de Investigación Pediátrica Saint Jude y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, también utilizó busulfán, medicamento de quimioterapia, para ayudar a las células madres de los genes corregidos a ser funcionales en los pacientes con SCID-X1.

Cinco pacientes hombres, de entre siete y 23 años, recibieron el tratamiento. Todos tenían infecciones virales crónicas y otros problemas de salud relacionados con el SCID-X1 después de que uno o más trasplantes de médula ósea fallaron en corregir su función inmunológica. Después del tratamiento, los pacientes mostraron células asesinas naturales (NK), T y B corregidas que restauraron parcialmente las respuestas inmunológicas protectoras.

Los síntomas clínicos, como infecciones crónicas de norovirus y una condición cutánea viral, también registraron mejoría significativa en algunos pacientes.

Sin embargo, un paciente murió a causa de un daño pulmonar preexiste más de dos años después de recibir la terapia genética, lo que resalta la importancia de una intervención temprana antes de que ocurran daños irreversibles a los órganos. Basados en los beneficios de salud y seguridad para los pacientes más grandes reportados en este análisis, esperamos que esta nueva terapia genética ayude a mejorar el funcionamiento inmunológico y a transformar la vida de los pacientes más jóvenes de esta enfermedad devastadora, señaló Brian Sorrentino, autor del estudio e integrante del Hospital de Investigación Pediátrica Saint Jude.(FUENTE: La Jornada)

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