El Premio Cervantes alerta desde España: la “Ley Atenco” es el principio del “Estado totalitario”
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de abril.- El escritor Fernando del Paso denunció hoy en su discurso de agradecimiento tras recibir el Premio Cervantes, que México “no ha cambiado sino para empeorar”, pues sostuvo que los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la corrupción, la impunidad y el cinismo de la clase política persisten. Además denunció la reciente aprobación de la llamada “Ley Atenco”, en el Estado de México, que dijo es “tan sólo el principio de un Estado totalitario”.
“Las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo”, denunció el escritor mexicano en la Universidad de Alcalá de Henares, y ante los reyes de España.
“Criticar a mi país en un país extranjero, me da vergüenza. Pues bien, me trago esa vergüenza, y aprovecho este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como ‘Ley Atenco’, una Ley opresora que habilita a la Policía a apresar, e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes tanto públicos como de las personas. Subrayo, es a criterio de la autoridad, no necesariamente presente, que se permite tal medida extrema. Esto pareciera tan sólo el principio de un Estado totalitario, que no podemos permitir”, dijo.
“No denunciarlo eso sí que me daría aún más vergüenza”, sentenció.
Del Paso hizo referencia a la Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública en el Estado de México, aprobada el pasado 17 de marzo por la Cámara de Diputados mexiquense, que, según lo han denunciado diversas organizaciones mexicanas, busca ser un experimento para luego replicarla en otras entidades del país. La legislación ha sido criticada por considerarla violatoria de los derechos humanos, incluso, desde el pasado 4 de abril, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició su revisión y estudio integral de la Ley.
El pueblo también debe poner de su parte
Fernando del Paso se convirtió hoy en el sexto escritor mexicano que recibe el premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispanas, y aprovechó su discurso para denunciar la situación actual del país en una intervención política, literaria y biográfica, donde no faltó el humor y el juego lingüístico. Esta es la segunda vez en la semana que el escritor hace referencia a la situación por la que atraviesa México. El pasado jueves, en Madrid, se refirió a la situación de “decadencia” que vive el país, debido a los “muchos gobernantes ineptos y codiciosos” que ha tenido, pero también por la “abulia” de sus ciudadanos.
“Ya no creen en nuestro país como creíamos antes, el pueblo tiene que reaccionar y poner de su parte”, dijo el escritor en un encuentro con periodistas, previo a la entrega del premio Cervantes, , que destacó la necesidad de que México se deshaga de su mentalidad de “país colonizado”.
Del Paso ha sido galardonado con los premios Xavier Villaurrutia (1966), Rómulo Gallegos (1982), Alfonso Reyes (2013), y más recientemente el José Emilio Pacheco. En noviembre del año pasado, cuando se anunció que había ganado el Premio Cervantes, el escritor dijo sentirse triste al ver que México, lejos de avanzar, se encontraba asolado por la violencia, el narcotráfico y la corrupción.
“En México hay mucho narcotráfico, mucho delito, mucha extorsión, mucha corrupción y parece que no mejoramos nunca”, dijo el autor de “Noticias del Imperio”. “Yo tengo poca esperanza. Sin embargo, espero que con el tiempo la gente reaccione, pero no con violencia. Lo malo es que si no es [con] violencia, yo no sé cómo se van a corregir las cosas”, agregó durante una entrevista radiofónica.
“Estoy muy triste porque el país parece no avanzar lo que debería: hay mucho narcotráfico, crimen organizado, extorsiones y corrupción, sobre todo corrupción”, agregó Del Paso, en otro medio.
Llora, ríe y habla en castellano
El mexicano dedicó el premio a la editora catalana Carmen Balcells, fallecida este año, al poeta mexicano Hugo Gutiérrez Vega y al escritor José Emilio Pacheco, galardonado en 2009. Tras el arranque duro y político, su discurso se convirtió en un homenaje al idioma español, a la literatura, y a Cervantes y su obra cumbre, que leyó por primera vez de niño gracias una “gran biblioteca virgen” que tenía un hermano de su padre.
“Salí de su lectura muy enriquecido y muy contento de haber aprendido que la literatura y el humor podían hacer buenas migas”, explicó.
Del Paso hizo también un repaso por su carrera literaria, con obras como “José Trigo” [1966], “Tan campante a sus 50 años de edad”; “Palinuro de México” [1977], su favorita, y “Noticias del Imperio” [1987], con la que se propuso “darle a la documentación el papel de la tortuga y a la imaginación el de Aquiles”, según dijo hoy.
De sus obras teatrales destacó “La muerte se va a Granada”, una pieza sobre el asesinato de Federico García Lorca que espera que algún día se lleve a escena en España, según expresó.
El escritor mexicano también hizo un elogio a la lengua en castellano y recordó que “desde hace 81 años y 22 días”, cuando llora, lo hace en castellano, pero también ríe habla y escribe en esta lengua. En la ceremonia, que coincide con la celebración este año del 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, Del Paso habló sobre las luchas en su vida, estacó como “la más prolongada” la que tuvo contra su propia salud. Actualmente, se recupera de varios infartos cerebrales que le dejaron sin voz.
“Tan mal he estado en los últimos tiempos que cuando alguien me vio me dijo: ‘pero hombre, ¿así va usted a ir a España?’, yo le contesté: ‘Yo a España voy así sea en camilla de propulsión a chorro o en avión de ruedas’, dijo haciendo gala de su humor.
Por su parte, el Rey Felipe VI no dejó pasar por alto que Del Paso es el sexto mexicano que recibe el Cervantes, y afirmó que México es, además de “un gran país, amigo y hermano de sangre y de cultura”, la nación “con mayor número de hispanoablantes” y el país que acogió a muchos escritores españoles exiliados en momentos de dificultades.
Son muchas las cosas, insistió, que además de la lengua común unen a mexicanos y españoles, como los libros editados en México que se leían en España en los años de la Dictadura (1939-1975) o los que ahora dan a conocer los editores españoles a los lectores mexicanos.
Tras el discurso con el que clausuró el acto, Felipe VI, junto a la Reina Letizia, acompañó al autor galardonado y a su esposa, Socorro, hasta el patio del edificio histórico de la Universidad de Alcalá para hacerse una “foto de familia”, en la que también posaron las autoridades que asistieron al acto.
Y el premiado, ya más distendido, pero “muy cansado”, “honrado y halagado” y en compañía de su esposa, charló con los periodistas para decir que tenía que hacer un discurso “duro” porque “era necesario”.
“Tengo esperanza pero las esperanzas se van gastando”, subrayó el escritor.
(FUENTE: Sin Embargo)
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