YUCATÁN, 7 de enero.- De acuerdo a datos de la Alianza Maya por Las Abejas de la Península de Yucatán, más de 326 colmenas han muerto en la región durante 2018 por fumigaciones aéreas. Cada colmena puede albergar de 25 mil hasta 50 mil polinizadores.
Desde hace años, mayas de la región han advertido que los pesticidas están matando a las abejas y que la Península de Yucatán es la zona más afectada por esto, pero también por la deforestación de la selva. Cada año se deforestan 600 mil hectáreas.
“Se está tirando selva para la siembra de soya transgénica o sorgo. Como estos son monocultivos y son muy grandes, generan un montón de plagas, entonces necesitan usar más agro tóxicos, y ahí vienen las fumigaciones con avionetas o helicópteros, que matan a miles de polinizadores y otros insectos”, afirma Leydi Pech, delegada de la Alianza Maya por Las Abejas de la Península de Yucatán.
La lucha ha incluido lograr que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitiera una orden que prohíbe la siembra de soya transgénica en Campeche (aunque los pobladores aseguran que ésta se sigue sembrando de forma ilegal) hasta foros para intercambiar experiencias, de los que se derivó una propuesta de política pública, que presentan a las nuevas autoridades del gobierno federal.
Ante funcionarios de la SADER, SEMARNAT, COFEPRIS, SEGALMEX, CONAFOR, INECC, INPI, Procuraduría Agraria y CIBIOGEM, los apicultores piden declarar a la península de Yucatán como zona de emergencia y expusieron que uno de los temas prioritarios es que se frene de tajo la deforestación en el sureste mexicano.
También solicitaron que se prohíba el uso de plaguicidas que afectan a las abejas (Neonicotinoides y Fipronil), una medida ya aprobada en otros países desde hace años, y que se desarrolle una verdadera política para fomentar la agricultura ecológica.
Leydi Pech, quien se dedica a la meliponicultura y es delegada de la Alianza Maya por Las Abejas, subrayó que no quieren subsidios, sino conformar una alianza apícola que busca igualdad y justicia, dignificar la actividad de los apicultores y no recursos económicos ni fines partidistas.
Los apicultores de la Alianza Maya por Las Abejas de la península de Yucatán entregaron a las dependencias del nuevo gobierno una serie de recomendaciones para vincular los proyectos a implementar con el presupuesto 2019.
Entre las propuestas están: apoyo para abrir el mercado nacional a la miel mexicana, en el marco de la nueva política alimentaria del país, incluyéndola por primera vez en la canasta básica de México y en el consumo en las escuelas.
Los apicultores señalaron que actividades tradicionales como la Milpa Maya, con semillas nativas y policultivos generan néctar y polen que benefician a la actividad. Sobre los nuevos programas como el de Sembrando vida, que propone reforestar el sureste, consideraron que pueden ser útil para aumentar la producción apícola. Para ello, proponen que se reforesten también especies que proveen néctar y polen a las abejas, y que la apicultura se considere dentro del programa.
Lamentaron que el sector apícola no haya sido tomado en cuenta como debería en la propuesta de asignación del presupuesto de egresos, a pesar de qué genera más de 800 millones de pesos a las comunidades mayas. “Para 2019, este sector no tiene presupuesto. Pero varias de las cosas que estamos pidiendo no necesitan dinero, solo voluntad política, como lo de detener las fumigaciones aéreas que implica sólo la revisión de la norma para cancelar los permisos y lo mismo con la tala de la selva”, señala Pech.
Las pláticas entre los apicultores y las autoridades continuarán para el siguiente año con la intención de ir concretando acuerdos con las diferentes dependencias involucradas. Leydi Pech adelantó que la siguiente reunión será con funcionarios de la Semarnat, después de la segunda semana de enero de 2019.
Los apicultores plantean cuatro estrategias claves:
• Articulación territorial de políticas y participación efectiva de las y los apicultores
• Disminución de amenazas derivadas del crecimiento de la agricultura convencional e industrial (uso de plaguicidas y deforestación)
• Capacitación, innovación tecnológica e investigación acorde a las necesidades
• Comercialización de la miel y productos de la colmena y valor agregado, con acceso al mercado nacional
(FUENTE: Animal Político)
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