Hallan en hotel de la ciudad cuerpo de abogado que había sido reportado como desaparecido

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de septiembre.- El joven abogado de 29 años salió el sábado 31 de agosto por la noche al Bar Asha, ubicado en la colonia Copilco El Bajo, alcaldía Coyoacán, donde fue visto por última vez alrededor de las 06:00 horas del domingo primero de septiembre.

Desde entonces sus familiares emprendieron una campaña de búsqueda a través de redes sociales, sin embargo, el pasado lunes 2 de septiembre su cuerpo fue localizado sin vida en una habitación del Hotel Pirámides, ubicado en Eje 8 Sur José María Rico, en la colonia Del Valle.

De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), alrededor de las 07:13 horas del domingo Carlos llegó al hotel a bordo de un vehículo y en compañía de una mujer con la que permaneció por dos horas y media.

Tras ese lapso, la mujer abandonó el sitio y avisó a los empleados del hotel que Carlos se había quedado dormido en la habitación.

Se presume la mujer habría drogado a Carlos para despojarlo de sus objetos de valor, como su teléfono celular, cartera, reloj y dinero en efectivo, para después huir del lugar.

Al vencer el tiempo de alquiler, uno de los empleados se acercó a la habitación para solicitar que la desocuparan y al no obtener respuesta el personal requirió la  presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes encontraron el cuerpo de la víctima sobre la cama.

Por este hecho, el agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial BJ-1 inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio y dio intervención a elementos de la Policía de Investigación (PDI) y peritos para recabar indicios sobre el caso.

Durante la investigación, las autoridades informaron que en la sangre del sujeto, quien era abogado, se encontraron indicios de alcohol y ciclopentolato, sustancia utilizada para tratar infecciones en los ojos y que es utilizada por el grupo delincuencial denominado “Las goteras” para dejar inconscientes a sus víctimas y despojaras de sus pertenencias.

El modus operandi de estas mujeres, que en su mayoría se dedican al sexoservicio, consiste en embriagar y sedar a las víctimas con ciclopentolato o con la llamada “droga de la violación” GHB, para después hacer que pierdan el conocimiento y despojarlos de sus pertenencias (FUENTE: Proceso)

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