A 20 años de su muerte, Londres todavía llora a Lady Di

LONDRES, Inglaterra, 31 de agosto.- Veinte años después de la muerte de Diana Spencer , el Palacio de Kensignton volvió a convertirse en un altar. Flores, globos, velas y cientos de mensajes rinden homenaje a la “princesa de la gente” en la puerta lateral de su última residencia en esta ciudad donde Diana no pierde protagonismo, aún a dos décadas del accidente que le costó la vida en París.

Enfundada en modelos aristocráticos y coronada; de jeans y camisa; de negro, escotada y fuera de los protocolos de la realeza. Las imágenes que cubren la reja muestran a Diana con sus hijos y en escenas del trabajo social que la distinguió y expandió el alcance de su carisma más allá del Reino Unido.

Después de que el miércoles William, el Duque de Cambridge, junto a su esposa Kate Middleton, y el Principe Harry visitaran la residencia, cientos de personas se acercaron para recordar a la fallecida princesa.

Olga Preiner recorre las fotos con ojos vidriosos. Aunque nació en Rusia, llora a “Lady Di” como un local. “Su acción social, la forma en la que se acercó a la gente siguiendo su corazón, me inspira. No era una lucha de género, sino más bien por lo humano”, dice a conmovida.

 

Linda Van Onsellen agrega un ramo a la pila de flores que se acumula hacia el atardecer contra el portón del palacio ubicado al oeste del Hyde Park. “Creo este homenaje a 20 años de la muerte de Diana también se relaciona con la repercusión de todo lo que ella empezó, y que tal vez no llegó a ver, y que hoy continúan sus hijos”.

“Es increíble que ya hayan pasado tantos años y que la recordemos como si fuera ayer”, sostiene Mirella Luchetta, que se acercó a Kesington con su amiga Linda. “Eso tiene que ver con lo que hizo para ser recordada: pese a ser privilegiada, Diana tuvo los pies en la tierra y estuvo cerca de la gente que sufría. Con su carisma y gran corazón, transformó la monarquía haciéndola más accesible,” dice Luchetta.

A algunos metros, tres españolas que también fueron hasta allí para conmemorar el aniversario destacan un rasgo saliente en las imágenes que decoran los barrotes. “A pesar de la vida tan dura, está sonriendo en todas las fotos. Diana conectó mucho con la gente porque era veraderamente ella,” comenta Macarena Correa. A su lado, Leticia Correa agrega: “Es una figura fuera de lo común. En algo podría asemejarse Máxima de Holanda, pero creo que hoy en día no hay en la realeza europea una figura que sea tan querida y admirada por todos. Creo que esto va a seguir el fin de semana”.

Finalmente, Leticia Pinache, enfatiza en otro de los aspectos destacados de Diana: la moda. Adentro del palacio, justamente, una exposición exhibe parte de su guardarropas, desde la época romántica en sus primeras apariciones públicas, hasta sus trajes más sensuales, después del divorcio. En la colección se expone, por ejemplo, el icónico vestido de terciopelo azul -diseñado por el británico Víctor Eldestein- que usó la princesa en 1985 para una cena de gala en la Casa Blanca, donde bailó con John Travolta.

Los visitantes también pueden acceder al Jardín Blanco, adornado con rosas y Nomeolvides, estas últimas, las flores favoritas de Diana.

Tributo en Buckingham

En el palacio más importante de la realeza británica hay un espacio reservado para un homenaje a Lady Di. En la sala de Música se exponen una serie de objetos en su mayoría seleccionados por sus hijos. Allí está el escritorio donde Diana trabajaba en el Palacio de Kensignton, como así también sus zapatillas de ballet, entre otros objetos cotidianos. (FUENTE: La Nación)

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