Hillary Clinton y Donald Trump arrasan en ‘súper martes’

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de marzo.- Donald Trump tuvo un resonante triunfo en las elecciones primarias republicanas de ayer, al ganar la mayoría de los delegados en siete de los 11 estados en disputa y dio un paso enorme hacia la candidatura presidencial.

Su victoria fue un golpe para el senador Ted Cruz, que esperaba impulsar su nominación sobre triunfos en los mismos estados del sur de Estados Unidos en los que se desarrollaron las votaciones partidistas de ayer, y para el también senador Marco Rubio, pese a su primer triunfo, en los caucus de Minnesota.

Cruz obtuvo triunfos en Texas y Oklahoma, que le permiten presentarse como una alternativa.

Con sus victorias, Trump obtuvo la parte del león de los 595 delegados en juego en el campo republicano, que se reparten proporcionalmente. De acuerdo con reportes de la prensa estadunidense, sus asesores esperaban lograr “al menos” 245, que se sumarían a los 83 con que llegó a la fecha, para darle una cómoda ventaja respecto a sus rivales.

Según la prensa de Estados Unidos, Trump obtuvo 248 delegados.

La importancia de las votaciones de ayer se puede medir por el número de delegados: se necesitan mil 237 para obtener la nominación.

Al cierre de esta edición no había detalles exactos respecto al total de delegados obtenidos por las campañas, debido a las diferentes reglas usadas por los estados en liza y al tardío recuento en Alaska, donde hubo caucuses, y donde Trump era el favorito.

La victoria del empresario no marginó las crecientes dudas del aparato republicano, que considera a Trump como un negativo para el partido debido a su retórica “extremista”, ni sacó a sus rivales de una campaña que los propios republicanos temen sea dirimida finalmente en la convención nacional de julio.

Por lo pronto, sin embargo, los triunfos de Trump literalmente a lo largo del país, destacaron la amplitud de su atractivo, si bien las dudas respecto a su profundidad quedaron vigentes.

Trump aseguró que en dos semanas ganará las primarias en Florida, de donde es originario Marco Rubio, y definirá las cosas de una vez por todas. “Después, iré por una persona y esa es Hillary Clinton”, dijo.

La última encuesta nacional dio a Trump una ventaja de 49% contra 16% de su más cercano competidor, pero sin romper la barrera del 50%, indicativo de las reservas de muchos republicanos hacia un aspirante que hasta hace un año no era miembro del partido.

De hecho, las esperanzas de Rubio parecen estar centradas precisamente en la posibilidad de llegar a la asamblea con un número de delegados, por mínimo que sea, y convertirse ahí en la opción de recambio para una candidatura que muchos republicanos creen los pondrá en el camino al desastre.

Rubio cree que podrá unificar a su alrededor a los grupos opuestos a Trump y en los últimos días lo atacó por una variedad de causas, desde su participación en una universidad ahora acusada de fraudulenta.

Rubio y Trump están empeñados actualmente en un duelo de referencias insultantes. Recientemente, por ejemplo, Rubio señaló burlonamente el tamaño de las manos de Trump en relación a su estatura, en aparente referencia a otras partes de su físico. Trump, por su parte, habla del senador como “el pequeño sudoroso Marco”.

Trump y Cruz han hecho llamados al senador por Florida a retirarse de la contienda.

Cruz, por su parte, ganó en el estado de Texas –que representa en el Senado–, pero su camino, con base en su acercamiento a grupos religiosos conservadores, parecía igualmente obscuro.

Lo cierto es que ninguno de los dos parece dispuesto a abandonar sus ambiciones, una situación que favorece a Trump al impedir que surja una coalición en su contra.

El gobernador de Ohio, John Kasich, apenas obtuvo votantes, pero tiene esperanzas de que en los próximos comicios hará un mejor papel.

El último aspirante es Ben Carson, un neurocirujano retirado que no parece tener mas motivación que el orgullo personal y ha confesado no tener idea de qué hacer o cómo ir adelante en su campaña.

Ben Carson propone tregua a sus rivales

El precandidato a la Casa Blanca, Ben Carson, pidió ayer una reunión privada de los cinco republicanos que quedan en las elecciones primarias antes del jueves para poner fin a los insultos y ataques personales durante la campaña.

El pueblo estadunidense merece mucho más de los candidatos que aspiran al cargo más poderoso del mundo libre y comparto su preocupación de que esta campaña ha dado un giro para peor, a un punto vergonzoso en la esfera internacional”, consideró Carson en un comunicado.

Esta llamada de Carson llega después de que el jueves de la semana pasada, los senadores Marco Rubio y Ted Cruz pasaran al ataque contra Donald Trump para tratar de frenar su potente avance en el “súper martes”.

Una casa dividida no puede sostenerse y es imperativo que el Partido Republicano exhiba unidad con los candidatos uniéndose en la promesa de hablar sobre los serios problemas que enfrenta nuestro país, en lugar de atacarse personalmente unos a otros”, pidió Carson.

El neurocirujano retirado quiere reunirse con sus rivales antes del debate de mañana en Detroit.

Carson no tiene intención de retirarse, pese a no haber quedado entre los tres primeros puestos en ninguna de las cuatro elecciones celebradas hasta el sábado.

 

Debe rehuir a intolerantes: Paul Ryan

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, advirtió ayer que quien quiera ser el candidato presidencial de su partido deberá rechazar el apoyo de cualquier grupo basado en la intolerancia.

Ryan hizo estas declaraciones tras las críticas surgidas por el hecho de que Donald Trump evitara condenar el apoyo de un exlíder del Ku Klux Klan.

Este es el partido de Lincoln. Creemos que todo el mundo es creado igual ante los ojos de Dios”. agregó

Triunfo agridulce para Clinton; gana en siete estados

 

El senador Bernie Sanders arrebató a la favorita cuatro de los 11 estados en pugna en el “súper martes”

Una exhibición de fuerza del senador Bernie Sanders oscureció lo que fue al mismo tiempo una noche de victorias para Hillary Rodham-Clinton, que impulsada por el voto de minorías étnicas, especialmente negros, ganó la mayoría de las primarias demócratas realizadas el “súper martes”.

Clinton ganó en siete estados y el territorio de la Samoa estadunidense, pero Sanders, senador por Vermont, logró triunfos en cuatro: Vermont, Oklahoma, Colorado y Minnesota.

Los demócratas votaron en 11 estados y tal como se esperaba, Rodham-Clinton prevaleció en la mayoría de ellos, en lo que ella y sus partidarios esperan sea un pivote de la campaña. Tiene tantos como 965 delegados frente a los 317 atribuidos tentativamente a Sanders.

De hecho, analistas como David Axelrod, un exconsejero del presidente Barack Obama, señalaron que Sanders busca más bien influenciar la postura del partido.

En mi opinión, (Sanders) no comenzó pensando que sería el nominado demócrata”, dijo Axelrod a la cadena CNN, pero apuntó luego que lo más seguro es que el senador por Vermont prosiga en campaña para impulsar su agenda política, en especial la desigualdad económica.

Pero al mismo tiempo, 80 por ciento de los demócratas que votaron ayer dijeron estar en favor de experiencia en el gobierno, de acuerdo con una encuesta de la cadena MSNBC.

De acuerdo con el periódico político The Hill, esas son buenas noticias para la exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado. Sanders, por su parte, se ha cubierto con el manto de rebelde al sistema, que ha servido bien al republicano Donald Trump.

Por lo pronto, Rodham-Clinton obtuvo la mayor parte de los 859 delegados en disputa, una cuarta parte de los dos mil 382 necesarios para ganar la nominación en la convención nacional de Filadelfia del 25 al 28 de julio próximo.

De acuerdo con la prensa política estadunidense, Rodham-Clinton y sus consejeros se preparan ya para la posibilidad de que el empresario Donald Trump sea el candidato republicano.

Obviamente le ha ido muy bien”, dijo la propia aspirante la mañana de ayer.

Posteriormente, en un mitin en Miami, Rodham-Clinton prometió trabajar “voto por voto” en las semanas por venir y en obvia referencia a Trump, aseguró que “sabemos que hay trabajo por hacer, pero ese trabajo no es engrandecer otra vez a Estados Unidos. Estados Unidos nunca ha dejado de ser grande. Tenemos que hacerla unida”.

La confianza de Rodham-Clinton y sus consejeros pareció justificarse en los resultados.

Tuvo resultados apretados en Massachussetts, lo que era esperado por la cercanía con el estado de Vermont. Pero ganó por márgenes amplios en el resto de los estados en disputa, gracias en buena medida a la mayor diversidad étnica y por tanto una mayor presencia de minorías.

México contactará a ganadores

La secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, dijo a Grupo Imagen Multimedia que una vez que se definan las candidaturas a la Presidencia de EU, buscarán “el contacto con las oficinas de quienes resulten candidatos para proveer información de la relación bilateral, para nutrir eventualmente las propuestas de política pública que formulen los candidatos”.

 

FUENTE: EL EXCELSIOR

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