Mérida: La magia colonial del corazón maya

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de Enero.- La distinción como Capital Americana de la Cultura le llega a  Mérida por segunda vez tras lograrla en el año 2000. La llamada “Ciudad Blanca” sucede a la chilena Valdivia en ese reconocimiento, del que se han hecho acreedoras en el pasado Maceió (Brasil), Córdoba (Argentina), Asunción (Paraguay), Quito (Ecuador) o Barranquilla (Colombia).

En 1542, el español Francisco de Montejo fundó Mérida sobre los vestigios de un centro ceremonial llamado Ichaansihó, que era usado por una red de cinco pueblos mayas que ocupaban la región.  El nombre no fue elegido al azar, pues aquellos primeros edificios religiosos recordaron al conquistador a los templos romanos de Mérida, Extremadura, en España.

Con las piedras de las pirámides mayas construyeron las calles del centro y muchos edificios coloniales, como la Catedral de San Ildefonso, la más antigua de América.

De esta manera, se irguió una nueva urbe para los españoles. Una ciudad que, casi 500 años más tarde,  continúa sumida en un hechizo que la vuelve atemporal, una mezcla de pasado, presente y futuro que transpira cultura ancestral.

La capital del suroriental estado de Yucatán, con sus cerca de 850 mil habitantes, es hoy el centro económico, cultural y turístico de esta región bañada por aguas del Golfo de México e inundada de verde selvático.

Un espacio donde la historia se mezcla con el ocio, la industria y la educación, impulsados por proyectos culturales, como museos o festivales.

Esos atributos tendrán un espacio de promoción único en 2017, pues los canales oficiales de televisión de Capital Americana de la Cultura se encargarán de mostrar los encantos de la ciudad a 25 países de América y Europa. (FUENTE: Vanguardia)

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