Rodríguez ‘embiste a la vida’
CANCÚN, Quintana Roo, 8 de Diciembre. Ángel Villegas.- Abrirse camino no ha sido nada fácil para Luis Enrique Rodríguez, novillero originario de Tlaxcala. A sus 19 años de edad, tiene muy claro cuál es el reto que tiene en la vida: convertirse en una gran figura de la tauromaquia.
El chico tiene porte. Es alto, delgado y valiente ante las circunstancias, por más complejas, que le ha sorteado el destino. Literalmente le ‘entra al toro por los cuernos’, como él mismo lo explica.
“Empecé desde muy chico. Me gusta esto desde los 10 años. Vivía en Apizaco, un poblado muy cerca de Tlaxco, en Tlaxcala. Ahí estaba estudiando la secundaria y entrenaba en la escuela del maestro Jesús Villanueva. Pasó el tiempo y tuve que regresar a Tlaxco para cursar la preparatoria, pero no pude continuar porque los tiempos ya no me daban.
“Dejé el toro, más o menos unos cuatro años, y fue cuando dije ‘tengo que hacer algo. Entonces, ahí mismo, en Tlaxco, me hice charro. Gracias a Dios, en 2015, salí campeón de jineteo de toro, pero en definitiva, no es lo mismo el toro que la charrería, porque estamos hablando que uno es deporte y el otro arte, aunque van mucho de la mano. Acá, en México, hemos visto a toreros vestidos de charros hacerlo a la mexicana, a la ponciana. Como no era lo mismo, tenía que jugarme la vida, consciente de que me podía matar”, refiere en entrevista.
Rodríguez es uno de los nueve talentos que se presentarán en la tradicional Feria de Puerto Morelos, en el Certamen Nacional para Novilleros, en la Plaza de Toros ‘La Guadalupana’. En su caso, librará un gran mano a mano con Rodrigo Cepeda ‘El Breco II’ este domingo 11 en punto de las 19:00 horas.
“Hay gente que me conoce muy bien. No estoy en esto por vanidad, pero sí por necesidad. He participado en escenarios pésimos, ruedos hechos de barbecho, con todo y animales toreados, incluso, en la calle, siempre jugándomela por falta de oportunidades, repito, con el riesgo de que me maten o sufrir una lesión que me deje inválido.
“Es la primera vez que vengo acá, a Puerto Morelos. Como dicen por ahí vulgarmente, voy a salir a romperme la madre. Ojalá y primero Dios, me pueda llevar el triunfo a casa”, sentencia quien es gran admirador del también tlaxcalteca Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’, fallecido en junio de este año.
Y agrega: “Mi compañero Rodrigo Cepeda y yo hemos recorrido la legua, nos ha ido mal, a veces bien. Nosotros, como sabes, nos valemos de la gente, es decir, toreamos y pasamos el famoso plato, solicitándole cooperación a la gente”.
El estómago no perdona, y Luis Enrique está consciente de ello.
“Una vez, él y yo fuimos a Guanajuato. Llegamos sin un peso, así que decidimos jugárnosla para poder comer algo. Ese día, recuerdo, nos fue muy bien, y gracias a Dios, pudimos comer”, manifiesta con una sonrisa.
‘Absurdo, prohibir corridas’
El joven novillero cataloga como ‘absurdo’ el hecho de que algunas autoridades pretenden poner fin a las corridas de toros.
“Es algo absurdo, perdón por la palabra, pero se me hace muy tonto. La carne del toro de lidia no es rentable porque es recia. Se acaba el torero, y se acaba el toro de lidia. Como ganadero, ¿por qué estaría manteniendo animales que no me van a dar ganancias? Por esa razón, los ganaderos prefieren dejarlos morir o sacrificarlos”, considera.
