Llega el día de Margarito

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de marzo.- Tras mil 583 días, Antonio Margarito (38-8,27 KO) desempolva los guantes para subir de nueva cuenta al ring y enfrentar a su amigo Jorge Páez (39-7-2, 23 KO), en una pelea envuelta por el morbo que despertó el regreso de ‘Tony’, quien hace poco más de cuatro años sufrió el desprendimiento de retina del ojo derecho, lo que lo apartó del boxeo.

El pugilismo castigó a Margarito, ensañándose con la parte derecha de su rostro, donde también padeció una fractura orbital causada por el látigo izquierdo del filipino Manny Pacquiao. Pero ni el castigo de Pacquiao o el que le propinó Miguel Ángel Cotto en 2011, se compara con el que ‘Tony’ soportó los cuatro años que estuvo separado de los sábados de gloria.

Hoy Margarito vuelve por la dosis de adrenalina que regala molerse a puños con otro hombre frente a miles de personas que aprecian el boxeo como el único deporte que no es un juego. Eso también lo saben ‘Tony’ y ‘El Maromerito’, que se entrenaron para exprimir hasta la última gota de sudor que demande el pleito pactado a 10 rounds en división superwelter (69.9 kilogramos).

Con 38 años de edad, Antonio Margarito ha sido enfático que se calzará de nueva cuenta las zapatillas y los guantes para cobrarle al boxeo los rounds que le debe desde hace cuatro años. Los 277 asaltos que acumula hasta ahora no son suficientes para el bajacaliforniano, que quiere que la última etapa de su carrera sea vista por sus dos hijos que ahora son pequeños; aunque él espera que atesoren algún recuerdo de su padre como boxeador.

Margarito desde hace más de 20 años se gana la vida con su cuerpo y principalmente sus puños. En cada uno de sus antebrazos lleva tatuados los rostros de sus hijos, que en su vuelta al pugilismo le servirán de inspiración y fortaleza en los momentos críticos de una pelea.

“Vengo a dar lo mejor de mí. Quiero que la gente se quede con un buen recuerdo de Antonio Margarito.

Mis hijos son pequeños, pero quiero que también estén presentes en el trabajo que hace su padre”, declaró Margarito.

Por eso durante el pesaje de ayer, el bajacaliforniano estuvo acompañado por su esposa, por sus hijos y por al menos seis familiares más que llegaron a la ciudad de México para ver al ‘Tornado’ arrasar.

Sin problemas, ‘Tony’ subió a la báscula y venció el límite de su división, como lo hizo con los exámenes médicos a los que fue sometido en Estados Unidos y México para revisar su ojo derecho.

De vencer a Páez, Margarito vislumbra un futuro que no tiene por ahora pared, a pesar de su edad. Quiere un cinturón y en especial el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que está vacante luego del retiro del estadounidense Floyd Mayweather Jr.

La más reciente victoria de ‘Tony’ se remonta a mayo de 2010. Desde esa fecha, el verdugo de Cotto —le quitó el invicto en 2008— sólo tiene mucha sangre derramada dentro de los cuadriláteros.,

También pensando en el sueño de lograr un campeonato está ‘Maromerito’ Páez. Una vez más ha tomado el rol de segundo actor de una gran noche. En eso no se parece a su padre, quien robó miradas en cualquier escenario en el que se paró.

Jorge Páez prefirió forjar un legado diferente. Y aunque hasta el momento no ha catapultado su nombre a los primeras líneas de los rankings de los cuatro organismos que rigen el boxeo, no pierde la fe en que hoy pueda ser.

“Tengo el presentimiento de que puede ser el relanzamiento de mi carrera como boxeador. Si venzo a Margarito será la victoria más importante hasta el momento”, comentó ‘Maromerito’.

Para la cita de esta noche, Páez tuvo que subir de categoría, pues no es un superwelter natural, aunque en 2012 peleó en este peso contra Omar Chávez, a quien venció por decisión unánime. Una historia que busca repetir ahora a 2 mil 800 kilómetros de Tijuana, donde obtuvo esa victoria.

 

FUENTE: EL UNIVERSAL

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